La gran sorpresa en la alineación del Real Madrid en el clásico fue la suplencia de Isco. Zidane apostó por Kovacic en el centro del campo, por lo que el malagueño se quedó en el banquillo y finalmente no jugó ni un minuto.

Con el resultado en contra, todo hacía indicar que en la segunda parte el entrenador galo tiraría de Isco para intentar remontar el partido, pero la expulsión de Carvajal cambió los planes del técnico, que tuvo que introducir a Nacho en el campo por Karim Benzema.

Después, Zidane decidió dar entrada a Bale y Asensio, por lo que el de Arroyo de la Miel se quedó sin poder participar en el partido.

Tras el choque, Isco salió al paso de las acusaciones de que había dejado de calentar antes de que entraran al campo sus dos compañeros. "Dejar de meter mierda que ya iban a salir mis otros dos compañeros... no sabía yo que sé podían hacer 4 cambios", puso en su cuenta de Twitter.