La selección española de hockey hierba logró el domingo la clasificación para los Juegos de Pekín en un ‘accidentado’ Preolímpico en Azerbaiyán. La Federación Española ha denunciado a la Internacional los incidentes sufridos por las españolas: una intoxicación, llamadas nocturnas a sus habitaciones, la presión de la grada poblada por militares e incluso abucheos del conjunto anfitrión, al que ganaron en la final con un gol de su capitana, Silvia Muñoz.

¿En qué pensaste cuando marcaste el 3-2 de la final?

En que se nos abrían las puertas para Pekín, en todo el equipo, era un gol en conjunto, nos lo merecíamos.

Por mucho que lo intentaron, no pudieron con la garra española...

No, y lo intentaron de todas las maneras, pero eso fue un plus más para nosotras. Antes de jugar nos reunimos, hablamos de que todo lo que nos estaba pasando, aunque fuera increíble tenía que ser una inyección de moral para ganar y alcanzar los Juegos.

¿Cómo fueron los incidentes?

Estábamos avisadas, ya que nos habían comentado que en la Copa de Europa en Manchester el pasado verano algunos equipos habían ofrecido dinero a otros para que se dejaran marcar goles.

Aquí en la cena del día antes de jugar contra Kenia, 13 personas del equipo (entre jugadoras, cuerpo técnico y directivo) se empezaron a encontrar mal. Nos dijeron que era un fallo en el aire acondicionado del restaurante pero la mayoría no dormimos y algunas incluso no pudieron jugar el partido, todavía no estaban recuperadas.

¿Y respecto a las llamadas la noche antes de la final?

Comparto habitación con Julia Menéndez, y nos llamaron a las 2, 3, 4 y 5 de la madrugada, hasta que desconectamos el teléfono. A la mañana siguiente lo hablamos entre nosotras, nos habían llamado a todas. Lo cogíamos pensando que podía ser de Barcelona o Madrid porque pasaba algo.

Pero nos sirvió para salir con más rabia y más fuerza. Y cuando ganamos el público nos tiraba botellas de agua mientras cantábamos campeonas, campeonas.

Más que un preolímpico parecía una pesadilla...

Nunca había vivido algo parecido, fue de vergüenza, pero no lo quería pensar, intentaba animar a las más jóvenes, que decían que no querían comer más hasta la final. Como capitana les decía: "Tranquilas, que los saldremos adelante".

Incluso los árbitros, estaban deseando que se acabara el torneo. Con el ruido del público no se escuchaba nada, tuve que pedirles que pitaran dos veces. En Azerbaiyán se mueve mucho dinero.

¿Creías en la justicia?

Sí, la situación no iba a poder con el trabajo del equipo durante 4 años. Ahora lo vemos como una anécdota.

A pesar de todo, se consiguió. ¿Cómo lo celebrásteis?

Con unas cervecitas y cantando y bailando 'Corazón latino', nuestra canción en este torneo. La bailamos mucho (comenta entre risas).

A nivel persona, estos Juegos Olímpicos son sus terceros, ¿a la tercera va la vencida?

Eso espero. Después de Sidney no lo pensaba pero esto aquí y una medalla olímpica es el mayor logro de un deportista y el mío también.

¿Es verdad que pueden ser sus últimos juegos?

Bueno, nunca pensé que disputaría tres, pero ya tengo 28 años y después de 11 años dedicada al hockey llega un momento que pienso en dedicarme en otras cosas.

Del equipo español que va a ir a Pekín hay 11 debutantes en unos Juegos, ¿le han preguntado cómo se viven?

Sí, siempre sale ese tema de conversación. Las veteranas siempre les decimos que lo más emocionante es la entrada al estadio olímpico, cuando dicen "España" se te ponen los pelos de punta.

¿Cómo es el ambiente entre vosotras?

Muy bueno, ayer después del partido les propuse irnos un fin de semana todas juntas a la playa a relajarnos antes de ir a Pekín.

¿Cómo hizo para acabar medicina y seguir jugando al hockey?

Uf, organización es la palabra. También dejar muchas cosas de lado, los amigos, la familia. Mi madre sufría por mí. Los libros me han acompañado durante ocho años a las concentraciones.

¿Lo de la medicina, como el hockey, le viene de familia?

Mi padre es cirujano vascular y mi madre médico de cabecera, y cuando hice selectividad me dije: "¿Por qué no intentarlo?". Lo que no he podido es hacer el MIR, es imposible, cuando deje el hockey veré si lo hago.

¿Con qué te quedas, con el bisturí o con el stick?

Ahora con el stick, para el bisturí tengo el resto de mi vida. Me gustaría trabajar en Barcelona en la clínica de mi padre.

BIO A sus 28 años, esta catalana juega al hockey por tradición familiar. Licenciada en Medicina, trabaja en un hospital madrileño pero en el mes de agosto cogerá vacaciones, se va a Pekín a disputar sus terceros Juegos.