La tensión propia de una semifinal tan dura y disputada como la que jugó este jueves España contra Francia se palpó durante el partido en todo momento. Como es habitual en un encuentro de tal calibre, la mirada y la presión ejercida a los árbitros fueron una constante por ambos bandos.Una vez finalizado y tras la victoria de España, las quejas por parte del entrenador, Vincent Collet,  y algunos de los jugadores tras ser derrotados, no tardaron en llegar.Collet felicitó a España por el pase la final de Eurobasket y en especial a Pau Gasol por su gran partido pero también aprovechó la ocasión para quejarse: "Pau Gasol ha dominado el partido y es un jugador fantástico, pero el arbitraje ha impedido que mis pivots pudieran defenderle adecuadamente, al señalarles faltas constantes", manifestó el seleccionador galo.Además añadió que el partido fue "una sucesión de regalos" que impidió a su selección despegarse "al final del tercer cuarto por doce o catorce puntos" y que "La FIBA tiene que hacer algo para que los jugadores normales se enfrenten en igualdad de condiciones a jugadores tan buenos y dominantes como Gasol”.

Respecto al encuentro manifestó claramente su decepción y definió el juego de su equipo como "duros en defensa pero no lo bastante clarividentes en ataque". "Hemos dejado recuperarse a España demasiado fácil cada vez que hemos tomado ventaja, pero sobre todo en el último cuarto”, finalizó.

Por su parte, la decepción de los jugadores se hacía notar en sus caras y en sus declaraciones al finalizar el encuentro.

"Es difícil jugar cuando alguien puede tocarte, pero tu no puedes tocarle a él. Dura derrota. Es doloroso perder de esta manera, pero nos levantaremos", aseguró Rudy Gobert, que se atrevió a manifestar sus pensamientos en su cuenta personal de Twtter. El pívot francés, tuvo que ver el último minuto del choque desde el banquillo, eliminado por cometer cinco faltas.