La montañera gallega Chus Lago, la segunda española en coronar el Everest, se mostraba pesimista al ser cuestionada este miércoles sobre la desaparición de los montañeros españoles Abel Alonso, Álvaro Paredes y Xevi Gómez en el Gasherbrum-1, una de las doce montañas más altas del planeta y ubicada al norte de Pakistán, en el macizo del Karakórum: "No pinta bien. No es una buena noticia que lleven dos o tres fuera de una tienda. Pero hay que esperar. Cada hora que pases a esa altitud se complica más la situación porque no te puedes aclimatar. Pasas una barrera en la que todo es un tiempo prestado".

La experiencia de la montañera contrasta con la esperanza de las familias. La de Abel Alonso, vigués como Lago, aún se mostraba confiada. "No sabemos ni dónde están ni cómo están. Mantenemos un hilo de esperanza de que puedan seguir vivos pero, siendo realistas, es muy difícil sobrevivir tanto tiempo en unas condiciones meteorológicas tan duras", explicaba el montañero Sechu López, quien está haciendo de portavoz. Y añade: "Un punto a favor es que sabían que el equipo de rescate iba a salir a por ellos. Cuando tienes ese dato mentalmente te haces más fuerte y luchas con más fuerza para sobrevivir. Si están unidos, pueden compartir calor e incluso podrían haber hecho un refugio para protegerse del frío, pero si se han separado todo se complica mucho más".

Los tres montañeros españoles se encuentran desaparecidos desde el lunes pasado tras hacer un ascenso junto a dos compatriotas en el Gasherbrum-1 (8.068 metros), el undécimo pico más alto del mundo, en el norte de Pakistán, según informó este miércoles una fuente diplomática. Los alpinistas extraviados forman parte de una expedición integrada por una decena de escaladores, la mayoría de ellos españoles, según el presidente del Club Alpino de Pakistán, Mansur Husein. Esta fuente añadió que cinco montañeros y dos porteadores habían salido en busca de los desaparecidos. Si el tiempo lo permite también emplearían un helicóptero, aunque Husein se mostró pesimista sobre las condiciones meteorológicas previstas para este miércoles.

Alonso, Paredes y Gómez, tres montañeros experimentados, perdieron la comunicación cuando descendían de la cima, en la mañana del lunes, y se encontraban a unos 7.400 metros de altura, según explicaba Javier Garrido, responsable de la agencia Aragón Aventura, organizadora de la expedición, que integran once personas, todas españolas. El último contacto con el campamento base fue el lunes por la mañana. Contaron que tenían problemas en la bajada, por el mal tiempo, sobre todo el viento, y no podían seguir bajando, por lo que debían refugiarse". Entonces se cortó la comunicación, cuando estaban a 7.400 metros. "Lo más probable es que se hayan quedado sin batería en los teléfonos satélites que llevan", ha explicado Garrido.

De los cinco montañeros que el domingo coronaron el Gasherbrum-I, también conocido como Hidden Peak (Pico Escondido) o K5, uno (David Gómez) logró retornar al campo base y otro (el riojano Alfredo García), al que en principio se consideró extraviado, alcanzó el refugio del campo 3, a unos 7.000 metros. "Desde ahí nos ha dicho que está bien, que tiene comida y gas para calentarse e incluso que incluso ha contactado con sus familiares en España", dijo Said Anwar, miembro de la compañía paquistaní que gestiona la expedición, Lela Peak.

"Cuando mejore el tiempo intentará bajar por sí mismo, si antes no lo alcanza el equipo de rescate", precisó Anwar, quien añadió que mantiene contacto telefónico permanente con la empresa Aragón Aventura, que coordinó la expedición desde España. Las autoridades locales se hallan también a la búsqueda de otro grupo de tres expedicionarios iraníes que escalaron hace diez días el Broad Peak, otro ochomil relativamente cercano al Gasherbrum-I, y a los que desde hace días que se intenta localizar sin éxito.