El "snowboarder" austriaco Andreas Prommegger, que el pasado fin de semana se había asegurado la Copa del Mundo de Gigante en La Molina, se benefició este miércoles de la cancelación en la estación granadina de Sierra Nevada de la última prueba de esa disciplina y se aseguró también la general de Snowboard Paralelo. A Prommegger, de 32 años, le vino bien la gran nevada que cayó durante la madrugada, a la que siguió lluvia, antes de que a pies de los 3.395 metros del Pico Veleta se acabase viviendo un día soleado y con cielo azul, que no bastó para acondicionar una pista con nieve demasiado blanda sobre la que no se pudo competir.

Como es habitual, una cancelación en unas finales de la Copa del Mundo de cualquier modalidad del deporte invernal, sujetas a la dictadura de las variaciones meteorológicas, siempre acarrea polémicas. Y la final de snowboard paralelo no iba a ser una excepción. Porque el italiano Roland Fischnaller, ganador de la Copa de Eslalon Paralelo, cuyas pruebas también puntúan para la general, aun optaba a la gran Bola de Cristal. Y, como es lógico, deseaba correr. Pero al final el austriano se llevó el título tras sumar 4.660 puntos, 670 más que Fischnaller -que acabó reconociendo que la cancelación fue correcta- y con 1.250 de ventaja sobre el esloveno Zan Kosir.

'Andi' podría perseguir malhechores por las estaciones de esquí a lo James Bond -aunque con tabla-, pero en realidad trabaja de policía en su Salzburgo natal, en asuntos relacionadas con inmigración, el Tratado de Schengen y la lucha contra las drogas.  Y tras recoger sus trofeos, explicó que tiene ganas de compaginar de nuevo su trabajo -del que, por su condición de deportista de elite, suele quedar liberado- con los ejercicios de pretemporada. Prommegger es un 'poli' bueno.

Tanto la austriaca Marion Kreiner como la suiza Patricia Kummer se marcharon con sensaciones contradictorias, porque se llevaron a casa una Bola de Cristal, pero pudieron haber partido con dos. Puede que Kummer, nacida hace 25 años en Mühlebach (Valais), se haya ido algo más contenta, porque capturó la general. Pero como quiera que también había ganado la Copa de Eslalon, perdió la ocasión de hacer pleno. A Kreiner, que vio la luz hace 31 años en Graz (Estiria), la suspensión la benefició para capturar la Bola de Gigante, a la que optaban otras cuatro contendientes, pero le cerró la puerta a un triunfo en la general.

"Estoy contenta, pero a la vez es una sensación muy rara. He subido al podio sin haber competido y tengo que estar feliz, porque gané la general, pero si hubiéramos competido, a lo mejor también hubiese ganado la Copa de Gigante Paralelo: es gracioso", explicó. Kummer, que esta campaña ganó plata en los Mundiales de Stoneham (Canadá),  finalmente se llevó la general con 3.750 puntos, 170 más que Kreiner, que también salió con sabor agridulce del paraíso natural andaluz.

Campeona del Mundo en 2009 y bronce en los Juegos de Vancouver 2010, en Canadá, Kreiner declaró: "La temporada ha sido muy buena con el triunfo en la Copa de Gigante, aunque he perdido por poco la general". Ambas coincidieron, no obstante, que cancelar la prueba fue lo correcto, anteponiendo la seguridad de los deportistas a cualquier otra consideración.