A veces no existen historias con final feliz, ni siquiera con finales a secas. Otras veces el final te lleva al origen, a donde empezó todo. Carlos Jiménez (10/2/1976) regresa a la que fuera su casa, Asefa Estudiantes, tras cinco temporadas en Unicaja de Málaga, un último año difícil por las lesiones y el coqueteo con una posible retirada. Este fin de semana comenzará su decimoctava temporada en la élite del baloncesto español con la ilusión de un 'colegial'. La cuadratura del círculo, algo al alcance de muy pocos.

¿Qué tal se ha encontrado su casa tras cinco años fuera?

Me la he encontrado mejor de como la dejé y es una alegría. El club está haciendo un esfuerzo por recuperar una línea para hacer las cosas de una manera que quizá, años atrás se había perdido. Cambiaron los jugadores, pero la estructura es la misma. Este año hay mucha gente joven en el grupo y me recuerda mucho a mis orígenes.

Regresa con Pepu, otro viejo conocido, ¿fue una negociación paralela y decisiva?

Lo de Pepu se desarrolló después y sabía que él podía volver, pero no podía hacerme ilusiones porque mi entrenador era Luis Casimiro. Ahora puedo decir que es una doble alegría.

¿Qué quiere de un veterano como usted?

Sólo me ha pedido que haga de guía a la gente más joven. Yo empecé como ellos ahora y he tenido la suerte de desarrollar la carrera completa y con éxitos.

¿Llegó a pensar en la retirada?

Estuve muy cerca, sobre todo, los primeros días de este verano por el plan de vida que tenía pensado en Málaga. Se planteaba difícil mover a la familia y me daba más pereza volver a empezar. Después aparecieron las ofertas y me guié por la ilusión de seguir sintiéndome jugador.

Entonces, Estudiantes es su última aventura...

Sí, puede serla. Me sigo sintiendo bien con lo que hago, pero empiezo a tener más responsabilidades en la vida y ya no sólo te centras en lo deportivo. He de escuchar otras voces, no sólo la mía, y también eso es bonito.

¿Se cansa uno de ser deportista de élite?

De lo que te agotas es de la exigencia, de los viajes y de lo expuesto que estás en tu trabajo. Del examen diario o semanal, o de lo público que son tus malos momentos. Eso acaba desgastando.

¿Cree que le habría ido mejor siendo menos serio?

Creo que no cambiaría nada. Estoy muy contento de cómo me han ido las cosas y siempre he hecho lo que creía que tenía que hacer. Quizá a veces me equivoqué, pero siempre fui fiel a eso.

¿Lamenta su salida del club hace cinco años y el revuelo que generó?

Para nada. Si no salí ese primer año fue porque tenía que salir al siguiente. Siempre me he quedado con eso. En el segundo el club fue más receptivo y me fui a Málaga.

¿Le guardaba rencor 'La Demencia'?

El reencuentro con la afición fue muy bueno. Supongo que habrá disparidad de opiniones, como puede pasar cualquier día de partido. Pero todo va normal y me imagino que será así.

¿El baloncesto español está enfermo, en términos económicos, como el fútbol?

Da la sensación que hay potenciales diferentes y eso no es bueno. El respaldo económico es diferente y espero que, por el bien de todos, no sea así en la cancha y estemos todos cerca dentro de nuestras posibilidades. Cuanto más competido esté el campeonato, más llamará la atención al aficionado y se evitará que se aburra hasta los playoffs.

¿Alguna vez le han dejado a deber un mes?

He tenido la suerte de que nunca he pasado por ese mal trago. Siempre me han pagado bien, pero en el baloncesto también se vive la situación que atraviesan el fútbol u otros deportes.

¿Alguna solución?

Regularizar todo. Hay muchos desniveles y diferencias. Siempre aparece la frase recurrente de 'te pagan lo que generas', pero evidentemente no está siendo así.

¿Ha sentido morriña al ver el oro en el Eurobasket?

No lo he echado de menos. Viví muy buenos momentos con ellos y me alegro muchísimo de lo logrado. Vuelven a demostrar que no hay nadie imprescindible y que el grupo es fortísimo. Cada etapa tiene su momento y ahora estoy contento con el mío.

Coincidió con Ricky en la selección y últimamente ha sido cuestionado por su rendimiento, ¿está pagando la presión?

Es muy joven para todo lo que está viviendo y, de hecho, muchos jugadores nunca llegarán a vivir en toda su carrera deportiva ni una parte de lo que él ya ha logrado. Hay que concederle ese margen de tranquilidad y quizá él también debe de concedérselo, porque también se puede fallar. Es natural, el fallo forma parte del deporte.

¿Se ha aburrido jugando?

Tengo la suerte de no haber sentido algo así dentro de una cancha.

¿Hubiera preferido ser menos alto?

Reconozco que sí, antes, cuando era más joven, pero ahora mismo no. Cuanto más alto, mejor me irá en mi trabajo.

¿Lo que más le ha costado hacer por la talla?

El pino, cuando estaba en clase de gimnasia. Y el salto de plinto interior. El exterior bien, pero el otro muy mal. Era horrible.

Como padre de familia, ¿qué opinión le merece la huelga de profesores?

No tengo ocasión de seguirlo mucho por los entrenamientos. Sé que hay algún problema, en secundaria, pero no sé cuáles pueden ser las soluciones, no sé muy bien.

¿En el vestuario se habla de política?

Nada, no se habla nunca. De prensa del corazón algo más, porque siempre es más recurrente.

Manías que lleve haciendo mucho tiempo.

No me gusta saludar a los árbitros, porque creo que les estoy haciendo la pelota. Y sé que va en detrimento mío, porque ellos piensan que tengo algo en contra de ellos.

¿Qué nota se podría a sí mismo?

Creo que un 7,5, un notable, por todos los años que llevo y por lo que he conseguido con mi trabajo.

¿Málaga o Madrid para el futuro?

Málaga a día de hoy, porque es la gran apuesta de mi proyecto de vida, aunque aún no me centro en ello. Sólo pienso en el deporte.

BIO Nació en Madrid hace 35 años. Excapitán de la selección española, ha sido campeón del mundo (2006), de Europa (2009) y plata olímpica (2008), además de plata en los Eurobasket de Francia 1999 y Suecia 2003, y bronce en el de Turquía 2001. Ha vestido 'la roja' en 171 ocasiones y ha sido condecorado recientemente con la medalla de oro de la Real Orden de Mérito por su trayectoria con la selección. En la ACB, vistió la camiseta de Estudiantes en su primera etapa desde la temporada 1994/1995 hasta la el verano de 2006, que fichó por Unicaja.