El técnico del Chelsea, el español Rafa Benítez, afirmó que su equipo debe estar "unido" en el tramo final de la temporada para tratar de mantenerse en los primeros puestos de la liga inglesa. "Nos quedan once partidos por disputar. Si el equipo se mantiene unido será más fácil conseguir puntos", señaló en rueda de prensa el español, que esta semana se mostró descontento en Stamford Bridge por los abucheos que le dedican habitualmente los aficionados "blues" y el título de "interino" que le ha colocado el club.

La pasada semana, algunos medios británicos aseguraron que Benítez se enfrentó al inglés John Terry durante un entrenamiento, si bien el exentrenador del Liverpool y el Valencia volvió a negar que haya mantenido una disputa con su plantilla. "No he tenido ningún problema con la directiva. No he tenido ningún problema con Michael Emenalo (director técnico del Chelsea). No he tenido ningún problema con Roman Abramóvich (dueño del club) y no he tenido ningún problema con los jugadores", enumeró Benítez.

El madrileño volverá a ponerse al frente del banquillo "blue" este sábado, en un encuentro ante el West Bromwich que se presenta crucial para el Chelsea, ya que una derrota podría precipitarle a la quinta plaza, fuera de los puestos europeos. "Lo que quiero es hacer lo mejor para el equipo y para el club. Llevo 26 años entrenando y siempre he mantenido mis principios, el respeto y la educación. Así es cómo he logrado lo que he logrado", dijo Benítez, con dos Ligas españolas en su palmarés, que levantó con el Valencia (2002 y 2004), y una Liga de Campeones, con el Liverpool (2005).

Una parte de las gradas de Stamford Bridge no ha aceptado el fichaje de Benítez debido a su pasado como técnico de los "reds" y le ha abucheado desde que llegó a Londres el pasado 21 de noviembre. Aún así, el español volvió a mostrar su deseo de que este sábado los aficionados animen al equipo: "Me gustaría ver una atmósfera fantástica para apoyarnos. Estaría realmente encantado con eso".

Benítez reiteró que considera un "error" el hecho de que el Chelsea le atribuyera la condición de "interino" al ficharle hasta final de temporada, si bien subrayó que no supone un "problema" para él. "Una cosa es que sea un error y otra que resulte un problema. Para mí, yo soy el entrenador y mi trabajo es entrenar al equipo. Cómo me llamen no importa, solo quiero concentrarme en mi trabajo", afirmó.