El Regal Barcelona se enfrentará al Power Electronics Valencia en la final de la Supercopa ACB este sábado, después de endosarle una soberana paliza al nuevo Real Madrid de Ettore Messina, en la segunda semifinal, en la que demostró bastantes carencias a una semana del comienzo de la Liga (89-55) y una alarmante falta de adaptación de algunos de sus recién llegados.

El equipo de Xavi Pascual justificó por qué sólo han añadido una pieza a su gran plantilla y destrozó por en todos los sentidos a un equipo blanco sin ideas, lento y sin rumbo fijo, gracias a los buenos porcentajes de tiro, al talento de Ricky Rubio (13 puntos y 22 de valoración) y a la 'mano' de Morris (16 puntos y 19 de valoración).

El equipo azulgrana salió arrollador, como la pasada temporada, demostrando que la nueva distancia de triple no es un problema. Navarro y Mickael, de francotiradores. Mientras, el 'antiguo' Real Madrid (Messina tiró de inicio con el cinco del año pasado) vivía de Velickovic y Tomic en la zona. Hasta ahí el guión era previsible. Mismos jugadores, mismos problemas.

Pero el descalabro empezó a fraguarse con las rotaciones, con las nuevas caras (Suárez, Tucker, Fischer y Sergio Rodríguez no funcionaban) y con la bestial defensa de los culés, de la mano de Morris y Vázquez. Los madridistas, muy verticales, planos y demasiado previsibles.

Así el Barça aprovechó para matar y alcanzó la mayor renta del primer cuarto (21-12), sobre todo gracias al acierto desde la línea de tres (57%) y a la fragilidad de la zona madridista. Sólo Llull trataba de evitar el mal arranque blanco, pero Morris, Lakovic y Navarro agrandaban las diferencias entre equipos (26-15).

Peores serían los siguientes diez minutos para el Real Madrid, que veía al banquillo barcelonista rendir al mismo nivel que el titular, disparando la renta hasta los 11 puntos (min. 15, 38-17).

Sólo Fran Vázquez y Basile mantenían su casillero de puntos a cero (luego sí lo hicieron). El goteo anotador se disparaba, ante semejante versatilidad y rapidez del campeón de la Euroliga, y los de Xavi Pascual arruinaban la puesta en escena de los de Messina segundo a segundo.

Hubo amago de reacción del recién llegado Tucker, desde el triple, pero el Barça no aflojó y despidió el cuarto con el electrónico en 45-29.

Un partido de un equipo

El triple siguió siendo el camino fácil del Barça en la reanudación, con Morris y Ricky Rubio como artilleros (el porcentaje no bajaba del 50%). Además, Vázquez y Mickael aprovechaban la fuerza para rematar hacia abajo. El 'baño' era mayúsculo.

El Real Madrid, en cambio, caía en la apatía, le costaba defender y se dejaba ir en el duelo ante su eterno rival. Ni siquiera aparecían Reyes o Llull, como en otras ocasiones, para provocar el rescate. Sí, partido de pretemporada, de eso no hay duda. Pero ir perdiendo de 31 a 6 minutos del final del tercer cuarto (63-32), debería hacer reflexionar a alguien. Y mucho, porque el parcial fue brutal (22-0) al final del tercer cuarto.

La recta final fue un suplicio para los blancos, que acumulaban una desventaja de 39 puntos en el arranque del último periodo (76-37). Volvieron Tucker y Fisher a tratar de plantar cara y maquillar semejante bochorno, pero no hubo más aliados en una guerra perdida ya en el minuto cinco de juego.

Dudas y mucho que hacer en los blancos. El Barça, todo un bloque en el que nadie se quedó sin anotar.

Ficha Técnica:

89 - Regal Barcelona (26+19+31+13): Sada (7), Navarro (6), Mickeal (13), N'Dong (1), Morris (16)-cinco inicial-, Vázquez (9), Lakovic (8), Rubio (13), Roger (6), Lorbek (7), Perovic (2), Basile (1).

55 - Real Madrid (15+14+8+18): Prigioni, Llull (4), Velickovic (4), Reyes (6), Tomic (4)-cinco inicial- Tucker (15), Sergio R.(6), Fischer (10), Suárez (3), Vidal (2) y Mirotic.

Árbitros: Hierrezuelo, Conde, Peruga. Eliminado N'Dong (m. 38).

Incidencias: Segunda semifinal de la Supercopa disputada en el Buesa Arena de Vitoria ante 9.500 espectadores. El Regal Barcelona jugará la final ante el Power Electronics Valencia.