El FC Barcelona llegó a Tokio para participar en el Mundial de Clubes de Japón, donde fue recibido por medio millar de aficionados nipones antes de desplazarse a su lugar de concentración para descansar y preparar el partido del jueves.

El avión en el que viajaba la expedición blaugrana, procedente de Barcelona, aterrizó en el aeropuerto tokiota de Narita tras unas 13 horas de vuelo y con unos 40 minutos de retraso.

Unas 530 personas recibieron a los culés entre vítores, flashes de cámaras y peticiones de autógrafos, y algunos de ellos incluso habían pasado la noche en el aeropuerto para ver de cerca a sus ídolos, según señaló un portavoz del aeropuerto al diario "Sports Nippon".

Messi, Luis Suárez y el lesionado Neymar acapararon la atención de los aficionados nipones, agolpados tras un amplio cordón de seguridad.

La comitiva azulgrana, compuesta por 23 jugadores más cuerpo técnico y directivos, se dirigió después hacia sus lugares de concentración.

El equipo y el cuerpo técnico se alojan en la ciudad de Yokohama (sur de Tokio), donde esta tarde realizará su primer entrenamiento en tierras niponas en el Estadio de Mitsuzawa, mientras que la directiva se alojará la capital japonesa.

El FC Barcelona disputará la semifinal del Mundial de Clubes el próximo jueves ante el Guangzhou Evergrande chino en el Estadio Internacional de Yokohama, a las 19.30 hora local (10.30 GMT).

Según los medios que viajaron con la expedición azulgrana, como el diario As, el 'jet lag' es la obsesión del equipo de Luis Enrique para encarar con garantías este Mundialito. Por ello, durante el largo vuelo la práctica mayoría de la comitiva ha aprovechado para descansar.