Una absurda agresión ante Andorra, en el último partido de la clasificación, privó al genial Andrei Arshavin de liderar el ataque ruso en los dos primeros partidos de la Eurocopa.

En el estreno, a Rusia se le fundieron los plomos y España le dio un repaso de cabo a rabo (1-4). Ante Grecia, de nuevo sin el eléctrico mediapunta del Zénit, Rusia mejoró y pudo doblegar a Grecia (1-0), la vigente ganadora. Pero sin brillo. Rusia seguía coja. Entonces,

Y ante Holanda en cuartos, (3-1) la selección más destacada hasta ese momento, Arshavin dejó sin habla a media Europa con una de las actuaciones más sobresalientes del torneo.

El combinado de Guus Hiddink, tras su exhibición, se aferra a las diabluras de este pequeño gigante de 27 años.

Pero no es el único peligro ruso. Román Pavlychenko, autor del primer gol ante el equipo ´oranje´, y que también marcó ante Suecia, se complementa a la perfección con Arshavin, y junto al tándem Torres-Villa forma la pareja atacante más temible de Europa.

La zaga española deberá estar muy atenta al dinamismo constante de estos dos futbolistas, que se bastaron para volver loca a Holanda.

Buenos medios

También hay que destacar a los dos medios de contención, Igor Semshov y Sergei Semak, que recuperan muchos balones y además tienen destreza para repartir juego con criterio a los futbolistas rusos más adelantados.

El duelo que mantendrán con los habilidosos mediocampistas españoles, que tendrán que sacrificarse bastante, promete ser uno de los más interesantes del partido.

La zaga es la línea más endeble de esta selección, y Torres y Villa deberían explotar sus debilidades. Si mantienen el nivel ofrecido hasta la fecha, pueden volver a hacer mucho daño, tal y como demostraron en la primera fase.

Y, por supuesto, el reto de banquillos será crucial. Hiddink ya llevó a Corea a las semifinales del Mundial de 2002, donde eliminó a España en cuartos, y con Australia hizo un buen papel.

Luis Aragonés aún no ha explotado como seleccionador, pero sólo hasta el momento. Está a un partido de la final, y quiere despedirse del banquillo español brindando al país una Eurocopa 44 años después.