El Carnaval trae todo tipo de disfraces, pero disfrazarse con réplicas exactas de uniformes de policías, militares o médicos, utilizar réplicas de sus armas o simular sus conductas, puede ser sancionado con penas de cárcel, según advierten en vísperas la fiesta los expertos jurídicos de Legalitas.
Los disfraces de Policía Nacional, Guardia Civil, bombero o médico, son clásicos en de esta fiesta y no ocasionan ningún tipo de problema legal para quien los lleva. Son los uniformes, trajes o réplicas exactas con las que se intenta engañar a terceros los que pueden acarrear sanciones, desde una mera multa hasta penas de prisión.
Disfrazarse de policía y ponerse a dirigir el tráficos, prestar servicios en consultas disfrazados de médicos o simular un atraco son algunas de la prácticas que están tipificadas como delito en la legislación española y que pueden llevar al autor a enfrentarse a penas de hasta tres años de prisión.
El delito al que se enfrentan los 'impostores' está tipificado como un delito de "actos propios de una autoridad o funcionario público" ya que a estos comportamientos y a las réplicas se les atribuye un carácter oficial.
Las imitaciones de armas de fuego también son frecuentes en Carnavales y, utilizadas en lugares públicos, pueden conllevar la imposición de multas si generan confusión sobre su autenticidad. Si, además de llevar un imitación de un arma de fuego, alguien simula un atraco en un establecimiento, el autor podría enfrentarse a una pena de prisión por un delito de amenazas graves.
Los expertos recuerdan que obligar a los servicios de emergencias, como la Policía Nacional o el Samur, a acudir a una falsa situación de emergencia en un lugar público, conlleva penas que van desde una multa hasta un año de cárcel.
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