Una docena de asociaciones de vecinos de Alicante han considerado que la macrosuperficie comercial ligada a la tienda de Ikea "no es aceptable" y han solicitado "compensaciones" en sus barrios dado que la llegada de la multinacional les afectará "directamente".

Las asociaciones de los barrios de Ciudad de Asís, San Gabriel, Ciudad Elegida, La Florida, Centro tradicional, Francisco Albert-Princesa Mercedes, Divina Pastora, San Blas, Alipark, Virgen del Remedio, Barrio José Antonio y Gran Vía Sur-Puerto han hecho pública este lunes una misiva dirigida al alcalde, Miquel Valor.

"Entendemos que esa instalación comercial, tal y como está planteada en la ATE, no es aceptable y afectaría directamente a nuestros barrios y sus ciudadanos, nuestros convecinos, no solo en el aspecto comercial como potenciales clientes por lo que también se nos debe consultar, sino en el capitulo fundamental del urbanismo, que afectará principalmente a la habitabilidad urbana de los barrios y el centro de nuestra ciudad", expresan.

Por ello, han entendido que "no solo se debe atender a las necesidades de nuestra ciudad, directamente por parte del equipo de Gobierno", sino que han afirmado que "se tiene que atender la opinión de los ciudadanos a través de sus entidades vecinales, sin intermediarios indirectos, ante las necesidades y problemas que dicha instalación puede generar en nuestros barrios en distintos temas no comerciales, como son los urbanísticos, los viarios de conexión, tráfico y circulación, las dotaciones, los de medioambiente y zonas verdes y sobre todo los de las posibles compensaciones que reclamamos para mejoras de nuestros barrios y centro".

Así, han recordado el papel que tuvieron las asociaciones de vecinos en la negociación para impulsar los planes urbanizadores de la playa de San Juan —PAU 4 y 5—, en los que "dado el esfuerzo económicos que los ciudadanos tendrían que hacer en el futuro, a través de su Ayuntamiento, para atender a las futuras zonas a desarrollar, en seguridad, alumbrado público, limpieza, mantenimiento de calles y jardines, etc. se hizo necesaria una compensación que se estableció en casi 400 millones de pesetas, con un plan de inversiones perfecta y claramente definido de forma pública, para compensar a los barrios y centro de la ciudad, por los beneficios que se iban a generar para las entidades promotoras".