Con una cámara colocada en el pecho este hooligan ruso nos introduce en su particular jornada sangrienta, la del pasado sábado que acabó con 35 heridos, uno de ellos en muerte cerebral. El objetivo es cualquier hincha inglés, a poder ser alcoholizado. Los rusos, más de 300,se precian de no beber y de utilizar tácticas paramilitares, aunque, al final, sean las patadas, con ensañamiento , los puñetazos y el lanzamiento de sillas y botellas lo que les distinga.