Según los expertos en Derecho Constitucional, las reglas de la lealtad a la democracia indican que el candidato propuesto por el rey debe aceptar. Sin embargo, esta obligación no la recoge la Constitución. Otro 'agujero negro' es la regulación de los plazos. La ley sólo los especifica, dos meses y si no nuevas elecciones, a partir del primer intento de investidura. Pero ¿qué pasa si todos la declinan?. Que el rey podría obligar al presidente en funciones a presentar su investidura para que empezase a contar el plazo. Y aquí el rey, para poner en marcha el reloj, tiene un papel activo.