Y de repente... Atún

Cuando el equipo de rescate estaba buscando a otro galgo, apareció Atún. Se trataba de uno de esos pueblos donde los animales deambulan por las calles sin que nadie se inmute. Atún desconfiaba, pero tenía tanta hambre que lograron hacerse con él sin tener que usar una jaula trampa, solo con latas de paté. Además de en los huesos estaba lleno de heridas. Le tuvieron que dejar en un recinto encerrado mientras continuaban con el otro rescate, que resultó infructuoso, pero cuando regresaron ya recibió a sus rescatadores moviendo el rabito y buscando mismos. En ERA necesitan socios y voluntarios para continuar su labor.