Los 'últimos' de la Cañada: "Nos han rematado al dejarnos sin luz, estamos viviendo como perros"

"Antes se podía vivir porque había gente en la calle. Teníamos vecinos. Ahora ya no hay nadie. Dos casas y ya", lamenta Elisa, que vive en la zona más vulnerable de la Cañada Real Galiana desde hace casi dos décadas. Esta mujer reconoce sentir miedo, sobre todo por sus dos hijas, de siete y trece años, y remarca el empeoramiento de la situación desde que no tienen luz: "Nos ha rematado". "Sabíamos que iban a tirar el trozo sin asfaltar pero por lo menos, hasta que se fuese todo el mundo, pensábamos que tendríamos las condiciones que tenemos que tener. No vivir así, como perros", protesta.