El gobierno municipal de Jakarta, la capital de Indonesia, prohibió a todos los músicos callejeros tocar en la calle. Por eso muchos están obligados a tocar en recintos privados, o incluso en el autobús. Pero un grupo de ex músicos callejeros ha fundado el Instituto de Músicos de la Calle. Un lugar para mostrar su talento y quizás incluso tener alguna oportunidad en la industria musical. Tras la prohibición, las autoridades locales se los llevaron para enseñarles otras habilidades, como la costura. En el instituto les enseñan a componer, a actuar sobre un escenario, e incluso les enseñan a producir sus propios temas. Para después venderlos o distribuirlos por Internet. Cuentan incluso con la asesoría de músicos profesionales. El Instituto ya ha producido canciones y álbumes para 15 cantantes y músicos. Y ha vendido los productos a través de Youtube, Sound Cloud y Itunes. Además les encuentran bolos y actuaciones. Como en esta cafetería, cuya dueña está encantada. El Instituto ni les busca empleo, ni crea puestos de trabajo. Les ofrece, eso sí, formación y educación a quienes están en paro para que puedan aplicar sus nuevas habilidades en la industria creativa de la música.