Esa joven que ven en el medio de la sala, emocionada. Con una mano en el pecho y con la otra en el móvil, está viendo una escena cuanto menos peculiar pero que para ella y para muchos es preciosa. A su izquierda su madre, Tracy, de 53 segundos después de dar a luz y a su derecha su hija recién nacida Kacy. Tres abortos y un sinfín de tratamientos de fertilidad fallidos, le hicieron tomar la iniciativa. Así que se ofreció voluntaria a llevar en el vientre durante nueve meses a su nieta. La cada día más frecuente gestación subrogada que ha hecho posible que abuela, hija y nieta sonrían de felicidad las tres juntas.