Al menos un muerto y 15 heridos, dos graves, entre ellos, una niña de 13 años, se han registrado en la noche de este sábado en Francia como consecuencia de la fuerte tormenta de lluvia, granizo, rachas de viento de 100 kilómetros por hora y relámpagos, hasta 50.000, según ha contabilizado el servicio meteorológico francés. Un registro sin precedentes a las puertas del verano. La mujer fallecida tenía 30 años y fue arrastrada por un deslizamiento de tierra en Rouen, la capital de Normandía. Quedó atrapada debajo de un coche. El salvaje pedrisco golpeaba con fuerza y muchos se cobijaban como podían. Todo debido a un fenómeno conocido como 'supercélulas'. Son grandes tormentas en rotación en cortos periodos de tiempo. Están provocadas por el contraste entre las elevadas temperaturas de estos días con el aire frío que ha traído una pequeña borrasca. El resultado: más de 3.000 avisos a los bomberos, 15.000 hogares siguen sin luz y destrozos millonarios. Sobre todo en el campo, con miles de hectáreas de viñedos y otros cultivos arruinadas tras el impacto bolas de hielo del tamaño de pelotas de golf. El gobierno francés estudia ya la declaración del estado de desastre natural.