Una fiesta de revelación de género es un desastre total por culpa de un globo

Puede que Einstein llegara a equivocarse al decir que si había una tercera guerra mundial, la siguiente sería con piedras y palos. Si no que se lo digan a esta feliz pareja, que armados con dos buenos maderos, no consiguieron acabar con un temible enemigo en forma de globo.

​Suponemos que dentro de esa inamovible esfera del mal había algún tipo de colorante que terminaría con las dudas de género de esos futuros papás. Pero después de una buena sesión de jarabe de palo, este indestructible globo aprovechó un despiste para iniciar su subida a los cielos y rematar la parodia con el señor madero por los suelos y con un buen chichón.