El avance de la colada de lava y su llegada a las aguas que rodean la isla de La Palma están formando una densa nube de vapor de agua y algunos gases que representan un peligro para la salud. El vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Germán Peces-Barba Romero, ha señalado que aunque las mascarillas son muy buenas para protegerse del polvo en suspensión y las cenizas volcánicas, "no son útiles" para los gases que se filtran por todas partes.