La selección española de baloncesto ya ha aterrizado en el aeropuerto de Barajas con la medalla de oro colgada al cuello y el trofeo de campeones del mundo en manos del capitán, Rudy Fernández. Cientos de aficionados se han acercado al aeropuerto para recibir a los jugadores, pero éstos han salido por una puerta trasera por el retraso que llevan en los eventos protocolarios a los que deben acudir.