El argentino Ricardo Darín, primer sudamericano en lograr un premio Donostia, el máximo reconocimiento del Festival de Cine de San Sebastián, considera el galardón "un gran honor, inesperado por otra parte -ha dicho-, porque uno nunca espera que te venga de los más cercanos". "Es como recibir un reconocimiento de la familia", máxime cuando él, aún hoy, no se fía de sí mismo.