La lava del volcán se queda a las puertas de muchas viviendas de La Laguna

El peor día para La Laguna se resume en varias imágenes de dron. Era el 20 de octubre y parecía que la lava destruiría el barrio entero. Hoy observamos la parte que aún queda en pie junto a la colada que se detuvo, literalmente, a las puertas de muchas viviendas. 

La lava sigue muy caliente en las capas más inferiores y hay otro peligro: "Burbujas de gas que, poco a poco, desgasificarán a lo largo de las próximas semanas", explica Stavros Meletlidis, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional. "Se mueven por las canalizaciones, por las galerías", añade Marta Moreno, subdirectora de Protección Civil y Emergencias. 

Nadie podrá regresar mientras los gases sean una amenaza.
Sin llegar a sepultarlos, la lava causó incendios en muchos lugares en los que la fachada es la cáscara hueca de interiores arrasados. La iglesia sigue en pie, aunque durante todo este tiempo la cercanía de la lava hacía pensar en un final mucho peor. 

Ahora ninguno de los cráteres parece dar motivos de alarma. La cima del volcán ofrece su cara amable. Una nueva orografía que habrá que seguir vigilando antes de confirmar su extinción definitiva.