La facturación de la división de videojuegos de Sony aumentó un 26,3% como resultado de un incremento significativo de las ventas de su consola de tercera generación PlayStation3, que por fin parece despuntar tras un estreno deslucido por el éxito de la Wii de Nintendo.

El pasado año fiscal se vendieron más de 9 millones de unidades, y se espera que el presente año se alcancen los 10 millones. Estas cifras positivas se deben a la reducción de los costes de fabricación de la consola y la venta de unos 60 millones de juegos en todo el mundo.

Este aumento de las ventas ha reducido las pérdidas de la división de videojuegos de Sony hasta los 124.000 millones de yenes (unos 770 millones de euros).

En total, el gigante tecnológico ganó 369.400 millones de yenes (2.272 millones de euros) en su último ejercicio fiscal, que finalizó el pasado 31 de marzo, tres veces más que en el año anterior.

La cifra de negocio anual alcanzó los 8,8 billones de yenes (54.594 millones de euros), un 6,9% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando los ingresos llegaron a 8,2 billones de yenes (51.084 millones de euros).

Esta mejora en los resultados obedece tanto al citado incremento de la demanda de PS3 como a las mayores ventas de televisores LCD Bravia, ordenadores portátiles Vaio y cámaras digitales cibershot.

Con respecto al ejercicio fiscal completo, el grupo prevé alcanzar unas ventas de 9 billones de yenes (55.402 millones de euros), un 1% más, aunque el beneficio neto se reduciría un 22%, hasta 290.000 billones de yenes (1.785 millones de euros).