El precioso pueblo de Villena se presenta como una escapada rural perfecta en la provincia de Alicante. Esta villa combina historia, arquitectura y tradición en un entorno natural espectacular, que nos invita a descubrirlo con muchas actividades al aire libre como el senderismo o el ciclismo.
Uno de los principales encantos de esta localidad del este de España es su castillo medieval, pero su casco antiguo acoge otras monumentales maravillas, como la iglesia de Santiago o el Palacio Municipal, así como museos repletos de joyas arqueológicas.
Descubre el Castillo la Atalaya o de los Pacheco
El horizonte de Villena está marcado por su imponente fortaleza, el Castillo la Atalaya o de los Pacheco. Esta construcción de origen árabe "fue construida por el Imperio Almohade a finales del siglo XII, como refugio para población musulmana de la villa", explican desde el ayuntamiento de la localidad. De esa estructura primitiva se conserva a día de hoy la muralla interior y los dos primeros pisos de la torre del homenaje.
Años después, en 1240, el rey Jaime I de Aragón conquistó el castillo y "tras la firma del tratado de Almizra, el Señorío de Villena pasó a los dominios de la familia Manuel", señalan. De hecho, como curiosidad, en el siglo XIV fue Príncipe de Villena el escritor Don Juan Manuel, autor de El Conde Lucanor.
A lo largo de los siglos, la fortaleza fue sufriendo todo tipo de reformas y ampliaciones, sobre todo a manos de la familia Pacheco, quienes añadieron dos nuevos pisos a la torre y una segunda muralla. En 1476, los Reyes Católicos tomaron el control del castillo tras un asedio del cual todavía quedan evidencias, como por ejemplo proyectiles, en el patio de armas. La historia de la fortificación prosiguió con épocas de guerra, como las de Germanías, de Sucesión o de la Independencia.
Qué ver en Villena
Tras el castillo, la visita a Villena puede continuar por otro de sus edificios más emblemáticos, la iglesia Arciprestal de Santiago. Este templo religioso se levantó entre los siglos XIV y XVI con un diseño inspirado en el gótico catalán, y "es uno de los ejemplos gótico-renacentistas más importantes de la Comunidad Valenciana", detallan. En su interior llama la atención su conjunto de columnas helicoidales, la puerta de acceso a la sacristía, el aula capitular y la pila bautismal. Otra iglesia que merece la pena descubrir en el pueblo es la de Santa María (siglo XVI), además del santuario de Las Virtudes.
Por otro lado, visitar el Museo de Villena es un plan imprescindible en la localidad. Este expone piezas de gran valor, desde la Prehistoria hasta la actualidad, destacando el Tesoro de Villena, un conjunto de 66 piezas metálicas como cuencos, brazaletes, botellas y adornos de oro que datan de la Edad de Bronce. También podremos visitar otros centros culturales como el Museo Festero, dedicado las tradicionales Fiestas de Moros y Cristianos de Villena, y el Museo Escultor Navarro Santafé, dedicado a este famoso escultor villenense, autor de la célebre estatua del Oso y el Madroño.
Para terminar el paseo por el pueblo, otros puntos de interés son la Plaza Mayor, el Teatro Chapí y el Palacio Municipal, un edificio del siglo XVI que desde el año 1576 ejerce como ayuntamiento. En el interior de este último, podremos admirar un bonito claustro con arcos carpaneles sobre columnas toscanas y el Salón de Sesiones, decorado con pinturas murales al temple de finales del siglo XIX.
Cómo llegar a Villena
El trayecto en coche desde la ciudad de Alicante hasta el pueblo de Villena es de 45 minutos por la A-31. Desde la ciudad de Valencia, es de 1 hora y 25 minutos por la A-7 y la A-35
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