El Oso y el Madroño es uno de los monumentos más conocidos de Madrid, un símbolo de la capital que es obra del escultor Antonio Navarro Santafé. Está llena de historia y de cierta polémica y fue inaugurado el 10 de enero de 1697, y por todos es conocido a pesar de que hay algunos secretos ocultos.
Dada su importancia dentro de la cultura de la capital de España, conviene conocer 5 datos interesantes sobre el símbolo de Madrid.
1. No es un oso, sino una osa
Una de las mayores polémicas relacionadas con esta escultura tiene que ver con el género del animal, ya que se dice que ese animal que se ve levantarse hacia el árbol es en realidad una osa y no un oso, aunque nadie lo ha probado ni desmentido. Lo que está claro es que en la escultura hay una falta de genitales que hacen pensar en que se trata de una hembra. En cualquier caso, la teoría asegura que es una hembra porque representa a la Osa Menor, y por ello tiene siete estrellas en la bandera de la Comunidad de Madrid.
2. El origen del símbolo de Madrid
Desde el año 1211, el Rey Alfonso VIII utilizaba la enseña de un “oso prieto en campo de plata” para las campañas lanzadas desde Madrid. Allá por el siglo XIII era muy habitual ver a este animal por la zona.
Además, hubo una disputa entre el Concejo de Madrid y la Iglesia para determinar el disfrute del monte y las tierras de pasto, y tras el acuerdo alcanzado dos décadas después, se decidió que los pies de árbol y la caza irían a parar a la Villa de Madrid y a la Iglesia los pastos. Por lo tanto, se decidió que el escudo de la Villa de Madrid mostraría al oso junto al madroño, mientras que el escudo del Cabildo eclesiástico presentaría al animal pastando en los prados.
3. Su posición ha experimentado cambios
La estatua del Oso y el Madroño ha permanecido en la Puerta del Sol desde siempre, aunque no en la misma ubicación en todo momento. Hasta el año 1986 se ubicó en el lado oriental, pero unas reformas en la calle del Carmen la llevaron a cambiar de emplazamiento, para regresar a su lugar original en 2009.
4. Pesa 20 toneladas
La escultura del Oso y el Madroño obra de Antonio Navarro por encargo del Ayuntamiento de Madrid, y por la que recibió 200.000 pesetas de la época (en la actualidad serían 1.202,02 euros), está hecha en bronce y tiene un peso, con pedestal incluido, de 20 toneladas. Su elevado peso hizo que muchos se preocupasen sobre la posibilidad de que su colocación pudiese llegar a dañar notablemente el suelo de la Puerta del Sol, ya muy 'agujereado' por las infraestructuras del Metro.
5. La inspiración de Antonio Navarro
El escultor Antonio Navarro se inspiró en un oso proveniente de la Casa de Fieras del Retiro. Dicho oso fue capturado en el Principado de Asturias y recibió el nombre de 'Felipe' por el escultor.
Junto al oso se encuentra el árbol del madroño, aunque esta figura no siempre estuvo junto a él. El árbol, que llegó en el siglo XIII, tuvo relación con los brotes de peste que azotaban a los ciudadanos de la capital por aquel entonces, y aunque nunca se llegaron a probar sus propiedades curativas contra esta enfermedad infecciosa causada por la bacteria Yersinia pestis, ya es imposible ver al animal alejado de este árbol.
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