Pocos paisajes hay tan ensoñadores como las playas de las Islas Canarias. Este archipiélago nos regala enclaves paradisíacos donde evadirnos de todo y simplemente disfrutar del mar, la arena y los rayos de sol. Es imposible elegir una sola playa, pero entre las más bonitas destaca la de Guayedra en Gran Canaria. Esta nos sorprende por su aspecto salvaje y por sus maravillosas vistas, sobre todo al atardecer.
Naturaleza virgen
El Parque Natural de Tamadaba "es uno de los territorios menos alterados por la mano humana de la isla de Gran Canaria", señalan desde Turismo de Canarias. Este espacio protegido se extiende desde las cumbres montañosas hasta la costa, en el extremo occidental de la isla. Además de los bosques de pino canario, los escarpados acantilados y los profundos barrancos, hay paisajes tan idílicos como la Playa de Guayedra.
Esta escondida cala está muy cerca del pueblo y puerto de Agaete. Su ambiente solitario viene propiciado por su difícil acceso, ya que para llegar hasta ella hay que caminar casi un kilómetro a través del barranco del mismo nombre, aunque también se pueden hacer los primeros 0,7 km en coche.
Arena negra y altos acantilados
Tras la caminata, la recompensa es espléndida. Llegaremos a una playa de unos 200 metros de largo y 48 de ancho, con suelos de arena negra volcánica y piedras. A sus espaldas, se alzan los enormes acantilados rocosos y cubiertos de vegetación, mientras que de frente nos queda el Atlántico con su constante y bravío oleaje.
Y para hacer la estampa aún más sobrecogedora, en el horizonte marítimo se distingue a la perfección la figura del Teide, elevándose en la isla vecina de Tenerife. Además, como la playa está orientada hacia el oeste, uno de los mejores momentos para estar allí es durante el atardecer, cuando los tonos anaranjados impregnan todo el lugar.
Cómo llegar a la Playa de Guayedra
Desde Las Palmas de Gran Canaria llegaremos en coche hasta el pueblo de Agaete en tan solo 30 minutos por la GC-2. Una vez allí, hay que coger la GC-200 y en 15 minutos llegaremos al entorno de la playa de Guayedra. El último kilómetro podemos hacerlo ya a pie o seguir en coche un poco más y andar solo 300 metros.
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