Descubre las 10 piscinas naturales más alucinantes de España

España es un país muy rico geográficamente y lleno de lugares espectaculares. Un ejemplo de ello son estas pozas o piscinas naturales, unos espacios donde disfrutar del verano acompañado de las mejores vistas.

Una piscina natural en la Isla de El Hierro (Canarias).
Una piscina natural en la Isla de El Hierro (Canarias).
trabantos (iStock).
Una piscina natural en la Isla de El Hierro (Canarias).

En verano todo el mundo busca los mejores destinos para escapar de las altas temperaturas. La elección por excelencia de los viajeros acaban siendo las playas, pero existe una alternativa a tu alcance con la que podrás refrescarte igual mientras disfrutas de unas vistas perfectas.

A lo largo y ancho de toda la geografía española, existen piscinas naturales que se encuentran en impresionantes localizaciones. Esta selección contiene todo lo que buscas en un viaje: montaña, agua para darte un chapuzón y unas panorámicas insuperables.

La Maceta (El Hierro)

La Maceta (El Hierro)
La Maceta (El Hierro)
Freepik

El valle de El Golfo cuenta con varias piscinas naturales donde es posible bañarse. Una de ellas son los charcos de La Maceta, protegidos del oleaje y con diferentes dimensiones. El mar bravío queda al lado, pero sumergirse en él no supone ningún peligro. Además, cuenta con una amplia zona habilitada para tomar el sol y dotada con zonas de pícnic y escaleras con barandas de metal que descienden a sus aguas.

Piscina marítima de Tapia de Casariego (Asturias)

Piscina marítima de Tapia de Casariego, Asturias
Piscina marítima de Tapia de Casariego, Asturias
Tapiacasariego

Al lado del paseo marítimo de Tapia, aprovechando la antigua cetárea, una especie de vivero de especies marinas comunicado con el mar, se construyó esta piscina de agua salada donde tomar el sol o bañarse se ha convertido en un atractivo turístico muy importante. 

Pozas del río Xallas (A Coruña)

Pozas del río Xallas
Pozas del río Xallas
Freepik

Lo que hace especial a la cascada de Ézaro, en la Costa da Morte, es que es la única de Europa que desemboca en el mar. El espectáculo tiene lugar en el concello de Dumbría, y lo ofrecen las aguas del río Xallas al precipitarse en el entorno del monte Pindo desde 40 metros de altura. Más mágico aún es ver la cascada iluminada durante la época estival, y por supuesto, bañarse en las pozas naturales que el río va formando a su paso antes de ir a parar al océano.

La Fajana (La Palma)

La Fajana (La Palma)
La Fajana (La Palma)
Flavio Vallenari

Esta piscina, compuesta por tres charcos, se encuentra en Barlovento, en el noroeste de la isla. La poza ofrece todos los servicios y es perfecta para pasar el día yendo de una a otra disfrutando a la vez de la inmensidad del océano

El charco azul (El Hierro)

El Charco Azul
El Charco Azul
Rebeca Heredero

Aunque parezca mentira, este enclave virgen de El Golfo no lo diseñó César Manrique, sino la propia naturaleza y la fuerza de los volcanes. Es una de las zonas de baño más espectaculares de la menor de las Canarias, un compendio de las múltiples formas que dejó la lava y que regala placenteros baños en sus aguas turquesas protegidas por un peñón del imponente océano.

Gulpiyuri (Asturias)

Playa de Gulpiyuri, en Asturias
Playa de Gulpiyuri, en Asturias

Esta piscina natural no es, nada más y nada menos que una playa a 100 metros del mar. No hay otra igual en España y presenta un entorno natural. Se encuentra rodeada de prados verdes, sin embargo, el mar no se ve desde ella, porque se encuentra en una hondonada, pero cuando sube la marea, las aguas de esta torca o dolina de forma semicircular se filtran a través de las rocas rellenando la poza cristalina.

Charco de la Laja (Tenerife)

Charco de La Laja
Charco de La Laja
AYUNTAMIENTO DE SAN JUAN DE LA RAMBLA

En la costa tinerfeña encontramos numerosos charcos naturales que se han ido formando por las erupciones volcánicas. Uno de los más singulares de la zona norte es el Charco de la Laja, que se localiza al final de una de las calles del casco antiguo de San Juan de la Rambla. Es la opción perfecta para bañarse en las aguas más tranquilas del océano y conectar con la naturaleza.

Los Charcones (Lanzarote)

Los Charcones, Lanzarote
Los Charcones, Lanzarote
Getty Images/iStockphoto

No lejos de la turística Playa Blanca y del faro de Pechiguera, estas piscinas naturales de agua de mar son todavía un tesoro poco conocido en la costa suroeste de Lanzarote. Para llegar a ellas hay que realizar una pequeña ruta de apenas 2 kilómetros, y una vez allí, el océano Atlántico bate con fuerza, pero en los Charchones la calma es absoluta. Este espectacular entorno es el resultado de las caprichosas formas orográficas de la lava, la cual creado estas piscinas de distintos tamaños, profundidades y colores, que animan a un baño relajante en sus aguas.

Piscinas de Mutriku (Guipúzcoa)

Piscinas de Mutriku, Guipúzcoa
Piscinas de Mutriku, Guipúzcoa
Mutriku.eus

El capricho de la marea llena las dos piscinas naturales de Mutriku, situadas junto a la playa de arena de la localidad y las únicas de la costa guipuzcoana. Por eso, cuando esta sube renueva el agua y cuando baja un muro impide que se vacíen. Además, son abiertas y gratuitas y cuentan con todo tipo de instalaciones y por sus dimensiones olímpicas, en ellas se realizan deportes como natación, waterpolo o bautismos de buceo.

El agujero, Gáldar (Gran Canaria)

El agujero, Galdar, Gran Canaria
El agujero, Galdar, Gran Canaria
Getty Images/iStockphoto

Además de un pueblo y una playa con el mismo nombre, el municipio de Gáldar, en el norte de la mayor de las islas Canarias, cuenta con las piscinas naturales de agua de mar de El Agujero. La playa atrae a los aficionados al surf y al bodyboard por su fuerte oleaje, pero las piscinas a aquellos que buscan un baño sin sobresaltos en el océano. Después se puede descubrir la famosa Cueva Pintada de Gáldar, una oquedad que descubre un poblado prehispánico y colonial.

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