España es un país con una tradición artesanal muy arraigada como puede ser la cuchillería de Albacete, las cestas de mimbre de Extremadura o el vidrio soplado de La Granja de San Ildefonso. Por otro lado, muy cerca de la ciudad de Zaragoza, se sitúa un pueblo referente en el arte milenario de la alfarería: Muel.
No se sabe la fecha exacta del comienzo de la alfarería, pero sí se puede confirmar que para el siglo XI llegaron los primeros azulejos de Muel a Zaragoza y crónicas del año 1580 afirmaban que casi todos sus habitantes se dedicaban a esta labor. Además, Muel es una villa de sinuosas calles, rodeada de naturaleza y muy ligada al agua, pues fue levantada junto a una presa romana.
Maestros alfareros
La industria alfarera fue desapareciendo a lo largo del siglo XIX hasta que hace 30 años nació la Asociación de Ceramistas de Muel, dedicados a dinamizar y revivir este arte. Organizan cada año la "Fiesta de la Cerámica", con talleres de moldeo, pintura o cocciones tradicionales, además de exposiciones.
A la salida del pueblo maño, se encuentra el Taller Escuela Cerámica de Muel, un centro dedicado a preservar el arte insigne de la localidad, con exposiciones de piezas y talleres escolares y para adultos. Además, venden delicadas piezas de cerámica para que te lleves un trocito de Muel. No es el único, repartidos por el pueblo hay varios talleres de cerámica, a los que también se les puede comprar macetas, platos o artículos de azulejería.
Goya en Muel
Uno de los principales monumentos de Muel es la Ermita de Nuestra Señora de la Fuente, edificada en 1777 y renovada en 1817. El templo se asienta sobre un antiguo dique romano y sus zócalos están decorados con cerámica de Muel, sería un insulto a la localidad si no fuese así. Junto a ella se encuentra el Parque de Muel en el que quedan restos del castillo musulmán y un molino árabe.
La ermita, de interior clasicista, la conforman una nave y la capilla. La nave de medio cañón la decoran varios altares y en la capilla está la talla de Nuestra Señora de la Fuente.
Las cuatro pechinas de su cúpula fueron pintadas por un joven Francisco de Goya.
No todos los pueblos pueden presumir de tener monumentos donde dejaron huella célebres artistas de España. Las cuatro pechinas de su cúpula representan a los cuatro padres de la iglesia (San Ambrosio, San Gregorio, San Agustín y San Jerónimo) y fueron pintadas por Francisco de Goya, casi vecino de Muel, pues nació a 25 kilómetros, en Fuendetodos.
Arquitectura histórica
Había varias entradas a la villa, pero únicamente sigue en pie la puerta situada en la Plaza Mayor, donde se conserva el arco de medio punto. Paseando el casco de Muel te toparás con la Iglesia de San Cristóbal, un edificio barroco con elementos mudéjares con una alta torre campanario.
En la villa de Muel hay varios edificios catalogados como casas-palacio como la Casa Palacio en la Plaza de España del siglo XVI (estilo renacentista aragonés) y la Casa Palacio en la Calle Mayor, una construcción de ladrillo del siglo XVII. Otro monumento imprescindible es el Castillo de los Marqueses de la Caramasa, emplazado encima de una cascada del que solo quedan restos de muros y torreones.
Riqueza hidráulica
En Muel se encuentra una interesante obra de ingeniería romana: la presa romana de Muel, levantada entre los siglos I a.C y I d.C. Es una de las obras hidráulicas más relevantes de Hispania por su monumentalidad y estado de conservación. Por Muel pasa el río Huerva, que deja un hermoso salto de agua, la Cascada de Hierva. La presa, la ermita de la Fuente y la cascada forman parte del Parque Natural de Muel.
Cómo llegar a Muel
Muel está muy cerca de Zaragoza, a 25 minutos en coche por la A-23. Es un pueblo bien conectado al contar con su propia estación de tren (Arañales de Muel); el billete de ida y vuelta desde Zaragoza cuesta 7 euros.
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