Los cuatro lugares escondidos de Portugal para visitar en verano: de piscinas naturales al pueblo conocido como "la Suiza portuguesa"

El país vecino esconde muchos secretos por descubrir. Portugal ofrece a los viajeros un sinfín de lugares mágicos donde adentrarse de lleno en la naturaleza, desde idílicos pueblos rodeados de montañas, hasta pozas y cascadas donde refrescarnos. De esta manera, recorremos la geografía portuguesa en busca de enclaves aún desconocidos para una escapada de desconexión.

Lagoa da Esturranha

La naturaleza de la Serra d’Arga nos maravillará con sus numerosas cascadas y lagunas formadas por las aguas cristalinas del río Âncora. Uno de los puntos más destacados de este mágico lugar es la laguna de Esturranha y su precioso color azul turquesa que se funde con el verde de la vegetación que la rodea.

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Praia de Loriga

SUSANA LUZIR / iStock

Ubicada en pleno Parque Natural de la Sierra de la Estrella, nos encontramos con la bonita playa fluvial de Loriga junto al pueblo del mismo nombre, conocido como “la Suiza portuguesa” por sus bellos paisajes. Sus aguas limpias y cristalinas emanan de un manantial en las montañas, y su entorno tranquilo la convierten en una zona ideal para el baño. Además, aquí también se pueden practicar deportes de aventura y hacer rutas senderismo.

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Chãs de Égua

Luis Cap / Flickr

Entre las idílicas poblaciones rurales del interior de Portugal encontramos la pequeña aldea de Chãs de Égua, dentro de la parroquia de Piódão, en el municipio de Arganil. Más allá de su entramado de casas, en la zona podemos encontrar bonitos saltos de agua y playas fluviales para adentrarnos completamente en la naturaleza del lugar.

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Poço Negro

Vitor Oliveira / Wikimedia Commons

Un pequeño tesoro escondido en las montañas de Manhouce, una freguesia del concelho de São Pedro do Sul, es el Poço Negro, un espacio natural formado por la fuerza del agua del río Teixeira. Se trata de un pozo de aguas limpias que rondan los 21 grados de temperatura y con un increíble color verde esmeralda.

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