Si alguna vez te has preguntado qué tiene Sevilla que enamora una y mil veces, la razón la encontrarás en la alegría de sus barrios, en el flamenco y en las tapas, pero también en los mágicos rincones a orillas del Guadalquivir que hacen de la capital hispalense uno de los destinos de España más valorados a nivel mundial.
Y por supuesto, no podemos obviar el rico patrimonio que atesora, con edificios históricos tan relevantes como la Giralda y el Alcázar. Pero entre tantos monumentos importantes hay uno que no pasa desapercibido: con más de 1,3 millones de visitantes en lo que va de año, la Catedral de Sevilla es uno de los lugares más preciados por todos los turistas que llegan hasta esta bonita ciudad andaluza.
El templo gótico más grande del mundo
Construida sobre los restos de la antigua mezquita, la Catedral de Sevilla luce imponente sobre la ciudad. Es el templo gótico más grande del mundo y el tercero en tamaño por detrás de la Basílica de San Pedro en el Vaticano y la Catedral de San Pablo de Londres. Con una magnífica arquitectura, que se puede admirar desde el exterior, una vez dentro el templo alberga también un importante patrimonio cultural, en el que destaca una colección de orfebrería, pinturas, y por supuesto, la tumba de Cristóbal Colón, uno de los lugares que más atrae la atención.
Las 10 puertas de la catedral sevillana
De las 10 puertas que hay en la catedral, la principal es la de la Ascensión, pero la más antigua es la del Perdón, que además es la única que se conserva de la antigua mezquita almohade. Aunque quizá la más conocida por los turistas es la del Príncipe, que es la que da a la bonita Plaza del Triunfo y es una de las más utilizadas por los visitantes.
El Patio de los Naranjos
Este espacio abierto y ajardinado es uno de los lugares más relajantes y bellos desde donde se puede contemplar la catedral desde el exterior. Herencia de los tiempos en los que el templo era una mezquita, este antiguo patio de abluciones califal frece una de las mejores experiencias de paz y relax dentro de la bulliciosa Sevilla.
Un paseo por las alturas
Realizar un recorrido por las azoteas es todo un lujo que no hay que perderse. Esta ruta por los tejados permite disfrutar de Sevilla desde una posición privilegiada, pudiendo deleitarse con una panorámica única. En un viaje alrededor del tiempo se recorren pasadizos y se puede descubrir cómo se construyó la Catedral durante los siglos XV y XVI. La duración de la visita es de alrededor de una hora y media y cuesta 20€.
Cuándo se puede visitar gratis la Catedral de Sevilla
Se puede entrar al templo sin pagar de lunes a viernes (excepto festivos), en horario de 14,00 a 15,00 horas, con un aforo diario limitado. Además, las tarifas oficiales incluyen entrada gratuita para los sevillanos, menores de 13 años, discapacitados y personas desempleadas.
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