La ciudad de Sevilla rebosa arte, cultura e historia por todos los costados. Desde su Plaza de España hasta el Real Alcázar, pasando por la Catedral, son muchos lo lugares que maravillarán a los turistas. Pero más allá de lo que podemos ver en las guías, hay otros muchos secretos que visitar en la capital andaluza.
Plaza del Cabildo
En el barrio del Arenal, nos topamos con una bonita y poco conocida plaza del siglo XX con galerías, arcadas y balconadas: la Plaza del Cabildo. Está adosada a la antigua muralla de la ciudad y perteneció al antiguo Colegio de San Miguel. En este punto algo escondido de la ciudad con encontraremos comercios de antigüedades y dulces tradicionales.
Fábrica de Artillería
La Real Fábrica de Artillería de Sevilla es un importante hito de la arquitectura industrial sevillana. Esta inició su construcción en el siglo XVIII y, a lo largo de los años, fue objeto de múltiples ampliaciones para adecuarse a la artillería moderna y el edificio dejó de funcionar como tal en 1991. Ahora, este 2023, el lugar se convertirá en el Centro de Industrias Culturales Magallanes, que acogerá espacios de coworking, talleres multidisciplinares, estudios de grabación, salas de exposición y oficinas.
Pabellón de Marruecos
La que es hoy en día la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo nació a partir de la Expo del 92. Se trata de una joya arquitectónica cedida por Marruecos donde podremos disfrutar de exposiciones, conferencias, talleres, presentaciones literarias, proyecciones cinematográficas, cursos, visitas guiadas o clases de idiomas.
Monasterio de San Jerónimo
La Orden de San Jerónimo llegó a Sevilla en el siglo XV, fundando dos monasterios. Entre ellos encontramos el fundado por Fray Diego Martínez de Medina en 1414. En él durmieron los Reyes de España en varias ocasiones y acogió una de las imprentas más importantes del territorio. Después de varios trabajos de restauración, está abierto al público, que puede visitar el claustro principal y la torre de la iglesia.
Columnas romanas
En el barrrio de Santa Cruz, oculto entre modernos edificios, nos topamos con un elemento que desencaja totalmente. En un patio se alzan tres columnas romanas de 15 metros de altura, que pudieron pertenecer a un templo, formando parte del pórtico de entrada. En total se encontraron seis columnas, dos de ellas presiden la Alameda de Hércules y otra se rompió cuando el rey Don Pedro I trató de trasladarla al Real Alcázar.
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