"Lo que se analiza de la cerveza es su efecto de prevención de las enfermedades cardiovasculares, que tiene un efecto preventivo, básicamente a través del consumo moderado de alcohol", explicó a Europa Press el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Lluis Serra Majem, autor de uno de los artículos de la monografía sobre las principales investigaciones del consumo moderado de cerveza y su relación con la salud.

En este sentido, el consumo moderado es de 1 a 2 cervezas al día en el caso de las mujeres y de 1 a 3 en los varones. Este sería el barómetro donde la cerveza produciría beneficios para la salud.

Serra hizo especial hincapié en que el consumo de cerveza, para que tenga efectos positivos sobre la salud, debe ir acompañada de una dieta sana, puesto que la gente que bebe mucho refresco o hace botellones sólo los fines de semana suelen tener una dieta más pobre. "No se trata sólo de beber, sino de la forma en cómo se consume, en el contexto de una alimentación adecuada, moderada y responsable", aseguró.

Además del beneficio cardiovascular, Serra apuntó que también se ha encontrado mejoras en patologías como la osteoporosis, en lo que se refiere a la densidad de los huesos, y también se ha visto en otras patologías, como son algunos tipos de cáncer, "básicamente por su contenido antioxidante".

Aquí, serían los antioxidantes y el pequeño grado de alcohol que tiene la cerveza, las claves para que tenga, con un consumo moderado, efectos que disminuyen el riesgo cardiovascular y ayudan a la rehidratación tras la práctica deportiva.

El catedrático manifestó que, por lo general, las bebidas fermentadas y ricas en polifenoles —cerveza y vino, entre otras— "tienen la ventaja de que tienen un bajo contenido en alcohol". "La cerveza es la que menos tiene con entre 4,5 y 5 grados y el vino entre 12 y 13 grados. Ambas tienen antioxidantes, procedentes del lúpulo (cerveza) y la uva (el vino)", dijo. "Son bebidas —puntualizó— que tienen efectos beneficiosos, siempre en consumo moderado y con cantidades estables, sobre el organismo".

En lo que se refiere a las enfermedades cardiovasculares, tanto España en general, como Canarias en particular, se encuentran con los datos más bajos de este tipo de patologías, aunque dentro del Estado, las islas presentan las cifras más altas.

Por su parte, las principales patologías que presenta Canarias que pueden desembocar en problemas cardiovasculares son la obesidad y la diabetes, enfermedades que tienen una alta presencia entre los canarios.