El pasado mes de agosto se matricularon en Cantabria un total de 635 coches, lo que representa un aumento del 22,59 por ciento en relación al mismo mes del año anterior, según datos de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto).

En España, las matriculaciones de automóviles cerraron el octavo mes del año con un volumen de 47.244 unidades, lo que representa un incremento del 4,98 por ciento en comparación con las cifras de 2010.

En Cantabria, en el mes de agosto se han vendido 117 vehículos más que en el mismo mes del año anterior, si bien se han reducido un 29,50 por ciento en lo que va de año, con un total de 5.395 turismos y todo terrenos matriculados frente a los 7.653 de 2010.

De los 635 coches que se han vendido en agosto, 424 fueron a particulares (un 7 por ciento más que en el mismo periodo de 2010) y los 211 restantes a empresas, lo que supone un incremento del 72,95 por ciento.

En un comunicado, Faconauto considera "prioritario" que las formaciones políticas incorporen en sus programas electorales, de cara a los comicios del 20 de noviembre, medidas destinadas a revitalizar el sector de la automoción en España, que, según la federación, soporta la mayor carga fiscal entre los cinco primeros mercados europeos.

Para la patronal, los malos datos del mes de agosto a nivel nacional son "otro toque de atención" para tomar decisiones en este sentido.

Faconauto advierte que el mercado sigue "en los volúmenes más bajos de la historia" y que además se está manteniendo artificialmente porque las marcas están automatriculando muchas de las unidades contabilizadas en el canal de empresas. Al mismo tiempo, el mercado de particulares, el de referencia, vuelve a caer (-6,5%) y acumula un descenso del 41 por ciento en lo que va de año.

A la luz de estos datos, para la patronal de los concesionarios el motor está en "serio peligro" y recuerda que se trata de un sector estratégico, tanto por los puestos de trabajo que genera, como por su aportación los erarios públicos. "No podemos permitirnos el lujo de dejar caer un sector clave de nuestra economía, como es la automoción", advierte.