"El vallado de Melilla es en realidad otro muro de la vergüenza", afirma un catedrático en Derecho Internacional

"En Melilla no hay un vallado, desde el punto de vista del derecho internacional y jurídico, es un muro como el que separa Palestina de Israel". Así lo ha manifestado el catedrático en derecho internacional público de la Universidad de Sevilla Pablo Antonio Fernández Sánchez, que ha iniciado la jornada del jueves del curso 'Libre circulación de personas e inmigración en la UE: retos y oportunidades en tiempos de crisis' organizado por la UNIA en Málaga.
Catedrático en Derecho Internacional de la US Pablo Antonio Fernández Sánchez
Catedrático en Derecho Internacional de la US Pablo Antonio Fernández Sánchez
EUROPA PRESS
Catedrático en Derecho Internacional de la US Pablo Antonio Fernández Sánchez

"En Melilla no hay un vallado, desde el punto de vista del derecho internacional y jurídico, es un muro como el que separa Palestina de Israel". Así lo ha manifestado el catedrático en derecho internacional público de la Universidad de Sevilla Pablo Antonio Fernández Sánchez, que ha iniciado la jornada del jueves del curso 'Libre circulación de personas e inmigración en la UE: retos y oportunidades en tiempos de crisis' organizado por la UNIA en Málaga.

La Corte Internacional de Justicia, según ha declarado Fernández Sánchez a Europa Press, califica de "muro" al vallado de Melilla, ya que "tiene la misma estructura y concertinas que la que divide Israel y Palestina, por lo tanto, también podríamos considerarlo como un muro, un muro de vergüenza".

Fernández ha manifestado que, pese a que es necesario un control de las entradas de los flujos migratorios en las fronteras, "hay que buscar otras fórmulas sin destruir libertades ni violar los derechos fundamentales de las personas". Al respecto, ha añadido que "este control debería partir de las propias ciudades, no tanto de la Unión Europea o de España".

En el marco de la situación de los inmigrantes irregulares que entran en territorio nacional, Fernández ha señalado que "la situación económica ha mermado su protección, sobre todo en los ámbitos sanitarios y educativos".

Por ejemplo, ha subrayado las problemáticas que se generan en el terreno sanitario, pues "se produce un conflicto ético para los funcionarios que se encuentran en la diatriba de atender a un inmigrante irregular poniéndose en riesgo laboralmente, aunque por lo general, lo hacen".

Durante su ponencia, Fernández ha querido trasladar las luces y sombras que existen en el marco de las corrientes y controles migratorios en la Unión Europea. Sobre esto ha señalado que desde la Unión Europea "se ha hecho un enorme esfuerzo para favorecer la libre circulación de ciudadanos europeos" pero que existen lagunas "como los excesivos controles de seguridad o la circulación de datos que atentan contra los derechos fundamentales de los ciudadanos".

Algunos de los asuntos en los que Fernández ha incidido en su intervención son las políticas de actuación en el ámbito de los refugiados, que "funcionan relativamente bien, pese a existir carencias como es el caso de los refugiados en masa que llegan de Siria, "la comunidad europea les ofrecería un sistema de protección temporal según está estipulado pero la realidad es que no se está aplicando pese a existir".

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