Levantar la mano y parar a un taxi en una calle de Málaga puede salir hasta un 11% más caro que en el resto de las provincias de Andalucía.

Un estudio de la asociación de consumidores Facua ha analizado las tarifas de este servicio público (septiembre de 2008) en 41 ciudades españolas a través de tres conceptos: bajada de bandera, precio de un kilómetro recorrido (o tiempo equivalente) y carrera mínima.

Y las tarifas de Málaga son las más altas de la comunidad autónoma, menos en la carrera mínima, cuyo primer puesto ocupa Granada con 3,47 euros (en la capital de la Costa del Sol, 3,32).

El euro con 35 céntimos que pagan los malagueños por acomodar sus posaderas en el asiento es un 16% más de lo que se dejan los sevillanos (1,13), mientras que de la carrera mínima más económica pueden presumir los onubenses (3,04 euros).

Por su parte, avanzar 1.000 metros pendientes del taxímetro le sale más rentable a los gaditanos (0,60, por los 0,80 que cuesta en Málaga).

Un ranking que resulta similar si se comparan tarifas diurnas con nocturnas y en festivos. Por eso, una media aritmética de estos tres conceptos colocaría a Cádiz como la provincia con las tarifas más baratas de Andalucía.

En el resto de España

Lejos del sur de la península, Tarragona es la ciudad más prohibitiva para tomar un taxi, un dudoso pedestal sobre el que también descansaba en el anterior estudio (abril de 2007). Tras ella, figuran Murcia y Lugo. En cambio, la más barata es Santa Cruz de Tenerife.

Las diferencias entre una provincia y otra pueden llegar a ser de un 169%, alerta Facua: un trayecto diurno (con bajada de bandera) de kilómetro cuesta en Ourense 1,73 euros, mientras que en Tarragona supone 4,67.

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