El Consejo de RTVE le comunicará la tarde de este miércoles a la Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que el recorte de 200 millones de euros de su presupuesto para 2012, anunciado por el ejecutivo, supondrá que la audiencia de la cadena caerá gravemente (por debajo del 10%) y que deberán renunciar a series como Águila Roja.

Una delegación del Consejo de RTVE, el órgano de Gobierno de la Corporación, se reunirá la tarde de este miércoles con Sáenz de Santamaría para estudiar la aplicación del citado recorte, por lo que esta mañana han estudiado diferentes escenarios de futuro, según varias fuentes del citado consejo.

El escenario que encaja con lo anunciado por el ejecutivo, el de recortar 200 millones de euros en el presupuesto de la Corporación de 2012, supondría una grave caída de la audiencia, pero ésta quizá se podría suavizar si el recorte se aplicara con mayor margen de tiempo, por lo que los consejeros pedirán esta tarde a Sáenz de Santamaría que conceda al menos dos años.

El Consejo ha escuchado a los directivos de TVE (Santiago González), RNE (Benigno Moreno) y al director corporativo Jaime Gaitero, a quienes la semana pasada encargó informes y quienes los han presentado este martes.

Los escenarios de recorte del gasto que han expuesto los directivos sitúan las posibilidades de reducción del presupuesto en personal (despidiendo directivos externos o destituyendo a los internos, reduciendo los sueldos de las estrellas...) y de gastos generales (comprometidos por contratos en vigor) en hasta 35 millones de euros para el primer capítulo y en algo menos para el segundo.

Es decir, serán los contenidos los que deberán absorber la caída del presupuesto, lo que conduciría a la cadena de televisión a la pérdida del liderazgo en audiencia como consecuencia de renuncias a productos estrella como series emblemáticas (por ejemplo, las citadas fuentes han mencionado Águila Roja).

Además los miembros de la delegación del Consejo a quienes recibirá esta tarde Soraya Sáenz de Santamaría le transmitirán a la vicepresidenta las dificultades que supone para ellos, en ausencia de Presidente de la Corporación, gestionar un recorte presupuestario que impondrá decisiones para las cuales podrían no ser competentes.