El pasado martes, 9 de abril, dio comienzo el juicio en el que se decidirá el futuro de Daniel Sancho, para quien la Fiscalía pide la pena de muerte al acusarlo del asesinato con premeditación y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta.

Para la Justicia tailandesa, la primera declaración de Daniel Sancho es clave pues, a lo largo de esa confesión, el español habría reconocido el crimen y narraba detalladamente cómo lo había llevado a cabo.

"Golpeé la cabeza de Edwin contra el lavabo. Ahí perdió el conocimiento. Noté que había mucha sangre en el suelo. Y ahí me detuve hasta asegurarme de que Edwin estaba muerto. Luego utilicé cosas que había comprado para desmembrarlo", señalaba el chef.

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Tras esto, comienzan a aparecer expresiones realmente extrañas como, por ejemplo, a la hora de explicar cómo y cuándo se deshizo de los restos del cirujano, Daniel lo cuenta de forma poco frecuente: "Me deshice de los restos en la playa de Ban Haad Rin: Área norte, distrito Koh Phangan, provincia de Surat Thani".

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Asimismo, cuando a Daniel le preguntaron si comprendía el tailandés o si necesitaba un traductor, el chef apuntó: "No entiendo tailandés. Necesito un traductor al inglés. Quiero que sea, concretamente, la señora Pimpaporn".

De la misma manera, la respuesta de Sancho acerca de si necesitaba un abogado también resulta desconcertante: "No tengo abogado, pero la Policía me ofreció a la señora Chutiya Phromrak, con número de licencia 556/2023. Estoy satisfecho con este abogado".