Belén Rueda: "Con las mascarillas, los ojos hablan ahora más que nunca"

  • La actriz coprotagoniza ‘Madres’, (Telecinco) en la que un grupo de mujeres vive el ingreso de sus hijos e hijas en un hospital.
Belén Rueda, durante la presentación de 'Madres'.
Belén Rueda, durante la presentación de 'Madres'.
TELECINCO
Belén Rueda, durante la presentación de 'Madres'.

Un grupo de madres, diferentes en todas las facetas de la vida, coinciden en un hospital donde sus hijos o hijas han de ingresar por un largo periodo. Allí vivirán y convivirán, en una suerte de vida paralela. Así es Madres. Amor y Vida, serie que estrena este miércoles en abierto en Telecinco (22.40 h).

Madres tiene una temática muy emocional… Lo percibimos así desde el principio, porque todos estamos metidos en lo audiovisual y sabemos que la velocidad de las imágenes y las situaciones es primordial para que algo funcione. Pero aquí se tomó la decisión de parar en los momentos que eran importantes y acercarse más a la realidad que a la ficción o a la costumbre de resolver las cosas rápido, lo que a veces choca con la naturalidad.

¿Qué tramas vamos a ver? Hay una cosa primordial en Madres y se ve muy claramente: los personajes que nos juntamos llegamos todos con hijos con enfermedades de largo plazo, así que sabes cuándo entras, pero no cuando podrás salir. Así que dentro del hospital se crea un submundo entre madres que son distintas, de procedencia, clase, situación, laboral… y se crea un grupo en el que se entienden perfectamente.

Es una temática intensa, pero con desahogos... Hay muchos momentos de humor y además los potenciamos bastante, porque parece que en un hospital no te puedes reír y claro que puedes, es más, lo necesitas, y sobre todo con gente que está pasando lo mismo que tú.

¿Eso pasa también tras las cámaras, puede haber risas tras las escenas duras o intensas? Las hay. Todo el equipo es consciente de que hay que estar concentrado y cuando has pasado por un momento de mucha tensión después cualquier tontería te hace mucha gracia. Cuando estás en un funeral hay un momento en el que se empiezan a contar anécdotas y todo el mundo se ríe con muchas ganas. Siempre riéndote con y no de.

El personal del hospital también tiene mucho protagonismo en la serie... El personal sanitario está muy relacionado con las historias, se les humaniza mucho. Se hizo antes de todo lo que ha pasado ahora y ya se les engrandecía bastante. Vamos a ver un mundo diferente en el que está involucrado el personal sanitario.

Madres tiene un mensaje esperanzador, ¿no? Principalmente tiene un mensaje esperanzador. Los conflictos se alargan durante la temporada y mi personaje, por ejemplo, entra siendo muy controladora, pensando que todo le va perfectamente y poco a poco se va dando cuenta de que era una fachada y de que no había llegado al fondo de quién era ella y todo mientras su mundo se rompe. Eso es doloroso, pero a la vez es poderoso llegar a saber quién es eres y desde ahí reconstruirte.

Su personaje, Marian, comienza con un problema desgarrador de anorexia y suicidio con su hija… A Marian le pasa que piensa con la lógica y hay enfermedades que no tienen lógica y ella se da cuenta en el primer capítulo, descubre que no tiene el control. Y lo que le desmorona es el hecho de que su hija no quiera vivir. Y se da cuenta de que no tiene que decirle a su hija lo que tiene que hacer, sino intentar que ella misma lo descubra.

¿Han recibido ya reacciones? Como se ha visto en Amazon algunos chicos y chicas nos han escrito por redes sociales para darnos las gracias porque se habían dado cuenta del esfuerzo que habían hecho sus padres y que todo lo que hacían lo hacían por ellos.

La anorexia en parte es una problemática de presión social, de la obsesión por el aspecto, ¿ha notado usted esa presión? Sí, claro que lo he notado, pero quienes más lo sienten son los jóvenes.

¿Por qué? De repente se les juntan demasiadas decisiones importantes al mismo tiempo, la decisión laboral, la de estar en pareja, quién quieren ser… y en ese momento vulnerable la presión social les hace mucho. Sí, hay presión social, pero también creo que hay en momento en la vida en la que nos damos cuenta de que tiene que ser salud y no tiene que ser solamente el físico.

Hay personajes “madres” de todas las edades, ¿va cambiando la forma de vivir la maternidad según se cumplen años? Yo tengo hijas y cuando eran pequeñas me preocupaba mucho que les pudiera pasar algo. Pero ahora que son mayores tengo la misma preocupación, pero a la vez tienen que decidir cómo es su vida. Yo creo que preocuparse en exceso no soluciona nada, es mejor ocuparse que preocuparse.

Escuché una vez una historia muy bonita sobre un padre que tenía un hijo ciego. La primera vez que le dejó caminar solo el niño tropezó, alguien fue a ayudarle y el padre lo impidió, porque tenía que aprender. Pero él estaba ahí. Así que creo que se trata de dejarles hacer su vida, pero estar cerca por si les haces falta.

Quería preguntarle por su experiencia cuando perdió a su hija María, siendo muy pequeña ella… Es algo que no he olvidado. Me ha enseñado mucho en mi vida, a colocar mis valores.

En Madres no solo hay actrices, hay cuatro directoras y buena parte del equipo son mujeres, ¿eso se acaba notando en el resultado final de alguna forma? Creo que al final no, pero también creo que es interesante dar la oportunidad a un equipo de mujeres y que puedan hacer una temporada de principio a fin. Por otro lado, este trabajo es una cuestión de sensibilidad y de tenerla seas hombre o mujer.

¿Han compartido muchas experiencias y anécdotas tras las cámaras, han hecho piña? Sí, lógicamente, hay muchas cosas que son muy reconocibles, incluso para compañeras que no son madres.

¿Cómo ha sido trabajar con niños? Ellos se lo toman siempre como un juego. Lo bueno es que la ley no permite que estén tiempo suficiente como para que te manden a la porra si tienen que hacer lo mismo muchas veces. Cuando vienen adultos a una grabación siempre dicen “¡madre mía, cuánto repetís!”, pero ellos no se lo plantean así, los niños dicen “vamos a jugar otra vez”.

¿Ha aprendido algo de ellos? Que interpretar es un juego. Hay veces en las que nos tomamos las cosas demasiado en serio. Eso no quiere decir que en una escena dramática no tengas que poner toda la carne en el asador, pero estamos haciendo entretenimiento, cultura, contando historias reconocibles o muy lejanas. Es una ventana a otras historias y otros mundos.

Los más jóvenes son parte fundamental de la serie, ¿verdad? Madres tiene una trama de adolescentes que es muy interesante, porque viven en el hospital, pero en paralelo es como si no lo estuvieran. Viven amores, desengaños apasionados, conflictos… por estar en el hospital no dejas de tener las mismas necesidades y deseos de la gente que está fuera y que se puede mover libremente.

¿Como pasó en el confinamiento? Ahora con todo lo que ha pasado lo vivimos así: no tenemos la libertar de antes y seguimos teniendo sentimientos y viviendo historias. Quizá con más intensidad.

Las mascarillas no ayudan a entender esas emociones, ¿no? Ahora con la mascarilla tienes que adivinar… ¿qué querrá decir el que está delante? Los ojos hablan ahora más que nunca.

Su personaje vuelve a ser una periodista, ¿no ha escarmentado de esta profesión? (Risas) Bueno…

¿Se refleja mucho en la serie? Hay momentos en que sí, por ejemplo ella está pasando por un momento personal muy complicado y le dicen “me da igual, tienes que entregar el reportaje” y es un poco cruel, porque la que lo hace además de ser su jefa es su amiga. Pero eso pasa en todas las profesiones.

Hizo varias cosas antes de empezar su carrera audiovisual, ¿se quedó con ganas de ejercer otra profesión? La verdad es que después de estar donde estoy y del recorrido que he hecho, no. Pero también puedo decir que todo me ha servido.

¿Lo tuvo siempre claro? Hay veces que estás en la vida un poco despistada. Yo ahora tengo a mi alrededor gente de 20 o 25 años que están decidiendo qué van a estudiar, en qué van a trabajar. Y yo recuerdo esa edad con mucha angustia, pensando que lo que eligiera iba ser para toda la vida, que no iba a salir de ahí. Yo empecé queriendo ser bailarina, también de pequeña quería ser astronauta… luego estudié arquitectura… la vida te lleva por muchos y sitios y aunque luego elijas algo que no tenía nada que ver con lo que has hecho, es una experiencia que ganas.

Es una buena filosofía… Se lo digo a todos los actores y actrices que me preguntan qué tienen que hacer: acumula experiencias. Eso es como un archivo para después, cuando tengan que contar historias. Que no tengan nunca la sensación de estar perdiendo el tiempo, porque entonces lo estarán haciendo.

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