La NASA concede subvenciones anuales a determinados académicos para realizar proyectos espaciales en Estados Unidos. Estas ayudas son para proyectos que se encuentran en la Fase 1, cada uno de los cuales recibe 160.000 euros para llevar a cabo un estudio de nueve meses con la finalidad de diseñar proyectos detallados y ejecutar pruebas.
Los prometedores que llegan a la Fase 2 obtienen 550.000 euros para hacer otro estudio de dos años, y posteriormente, la NASA otorga dos millones de euros a un solo proyecto para financiar el estudio que llegue a la Fase 3.
Algunos de los competidores encuentran un hueco en la NASA o con un socio comercial, pero estas son las propuestas más alucinantes en las que está invirtiendo la agencia especial:
1.- Ladrillos resistentes en Marte
Uno de los ganadores de este año es una propuesta para diseñar un hábitat ensamblado a partir de materiales de construcción cultivados en Marte. Este proyecto fue desarrollado por la ingeniera mecánica Congrui Jin de la Universidad de Nebraska (Estados Unidos) para explorar la idea de los bloques de construcción que crecen por sí mismos. Los materiales se convertirían en ladrillos resistentes y se daría un paso más allá para desarrollar materiales de autocultivo.
2.- Gasoducto lunar
Otro ganador es un gasoducto gigante que podría suministrar el oxígeno necesario a los astronautas para las misiones lunares. La propuesta es una tubería de cinco kilómetros que conectaría dos áreas, el oxígeno estaría disponible mediante un proceso llamado electrólisis y los robots construirían esta innovación.
3.- Nuevos espejos para telescopios espaciales
Edward Balaban (científico del Centro de Investigación Ames de la NASA en California) investiga el uso de la gravedad para formar 'espejos fluidos' en los telescopios espaciales gigantes.
El concepto de 'telescopio fluido' necesitaría lanzar al espacio una estructura de marco y un tanque de líquido espejo, y después del lanzamiento, el líquido se inyectaría en el marco. Las gotas se pegarían entre sí por la tensión superficial, y esto daría como resultado un espejo suave sin necesidad de recurrir a procesos mecánicos como el esmerilado y pulido.
4.- Un diseño nuevo para los satélites
Zachary Cordero (investigador de astronáutica del MIT) lidera un proyecto para desarrollar una técnica de fabricación en el espacio llamada 'formación de curvas', es decir, dobla un hilo de alambre en nodos y ángulos específicos para hacer una estructura rígida. El proyecto sirve para diseñar el reflector de un satélite que está en órbita alta, de esta manera, podría monitorear tormentas y precipitaciones midiendo los cambios de humedad en la atmósfera.
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