La ya conocida como 'tripledemia' de la gripe, el covid y el virus respiratorio (VRS), causante de la bronquiolitis, colapsa los centros de salud y hospitales de España. Tanto es así que Sanidad ha obligado al uso obligatorio de la mascarilla en centros de salud y hospitales hasta que el pico de contagios estacionales de virus respiratorios, previstos para la tercera semana de enero.
Es fundamental por tanto llevar a cabo una alimentación para prevenir la congestión nasal o resfriado. Por ejemplo, bebidas como el agua y los zumos naturales -sin azúcar añadido- son la mejor opción para combatir la mucosidad espesa y decolorada. El objetivo es que no desemboque en afecciones como la bronquitis o la inflamación del revestimiento de los bronquios.
Asimismo, uno de los mitos más asentados a nivel nutricional tiene que ver con limitar el consumo lácteos, porque se cree que los yogures o la leche contribuyen la viscosidad del moco, por lo que se aumenta la dificultad de expectoración y, a largo plazo, la congestión nasal. Sin embargo, el biólogo, además de dietista-nutricionista, Juan Revenga, afirma que no hay evidencia científica para afirmarlo.
El té caliente, el aliado perfecto para el constipado y el resfriado
El té caliente, como en el caso de la infusión de hisopo, cuyo origen reside en la extracción de la planta Hyssopus officinalis, originaria del sur de Europa y Asia Menor, es rica en propiedades antioxidantes gracias a flavonoides y polifenoles, por lo que contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico.
Lo cierto es que el té es, sin lugar a dudas, una de las bebidas más consumidas del mundo, por lo que no es de extrañar que la comunidad científica se esfuerce en sacar pruebas para apoyar el papel del té en la promoción de una salud óptima desde la función inmunitaria y la cognición hasta la salud cardiovascular y la prevención del cáncer.
"Cada vez son más las investigaciones realizadas en todo el mundo que demuestran que el consumo de té puede mejorar la salud humana de muchas maneras", ha señalado el presidente del simposio, el doctor Jeffrey Blumberg, catedrático emérito activo de la Escuela Friedman de Ciencia y Política de la Nutrición de la Universidad Tufts (Estados Unidos).
Los beneficios del té contra las enfermedades
El té contiene flavonoides, compuestos naturales con propiedades antioxidantes, que proporcionan compuestos bioactivos que ayudan a neutralizar los radicales libres que pueden dañar elementos del cuerpo, como el material genético y los lípidos, y contribuir a la aparición de enfermedades crónicas. El té también contiene L-teanina, un aminoácido que, en su mayor parte, sólo se encuentra en el té.
"El té puede ayudar a reforzar el sistema inmunitario y aumentar la resistencia del cuerpo a las enfermedades", afirma el doctor Dayong Wu, del Laboratorio de Inmunología Nutricional del Centro de Investigación sobre Nutrición Humana Jean Mayer del USDA en la Universidad Tufts. "En el caso de que se enferme, el té puede ayudar a su cuerpo a responder a la enfermedad de una manera más eficiente deshaciéndose de la infección y también puede aliviar su gravedad cuando se producen".
Pero eso no es todo. Los beneficios máximos del té pueden obtenerse con tan sólo 2 o 4 tazas al día, con pocos beneficios adicionales con ingestas más elevadas. Los resultados de estos estudios también sugieren que la protección proporcionada puede ser más fuerte para la protección contra la demencia vascular, una de las formas más comunes de demencia senil.
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