Dra. Patricia Palma Maldonado
- Odontóloga y fundadora de P&P Clinic. Especializada en Cirugía, Implantes y Estética Dental.
Aunque lo recomendable es cepillarse los dientes tres veces al día, con los desajustes de horarios, las prisas o los planes fuera de casa, a todos puede olvidársenos de vez en cuando seguir estas recomendaciones. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando el olvido se convierte en un hábito? Las consecuencias pueden ser trágicas para nuestra salud bucodental.
Aparición de placa... y mal aliento
Una de las primeras consecuencias que tiene que el dentífrico no haya hecho acto de presencia en nuestra boca es la aparición de placa.
Esta capa que actúa como depósito de bacterias suele aparecer en la parte exterior de los dientes. Los daños que causa son remediables, pero, si lo tomamos como costumbre y seguimos sin lavarnos los dientes la aparición de placa crecerá unida al mal aliento.
Gingivitis: inflamación de las encías
Si el hábito de no lavarse los dientes comienza a extenderse en el tiempo, la acumulación de placa será cada vez más gruesa.
¿Su principal consecuencia? Que se comience a desarrollar la gingivitis, enfermedad que afecta a las encías y provoca inflamación en la zona, un tono rojizo de los tejidos e hinchazón. Si no se trata a tiempo puede producir sangrados, dolor y transformarse en enfermedades más peligrosas.
Manchas blanquecinas en los dientes y caries
El no mantener una mínima higiene bucodental también puede provocar que las bacterias que habitan dentro de la boca y que se han ido acumulando, comiencen a descomponerse.
Como resultado, las encías estarán totalmente enrojecidas e inflamadas, además, el riesgo de padecer caries será totalmente inmediato, sobre todo si en la dieta se consumen alimentos azucarados.
Otra de las consecuencias será la aparición de manchas blanquecinas en el esmalte de los dientes. Aunque el motivo de estos puntos blancos no siempre está relacionado con la higiene bucal, cuando aparecen al abandonar el cepillado, indican una descalcificación del esmalte, lo que se traduce como un deterioro de las piezas dentales.
Periodontitis avanzada
Los daños antes mencionados se sucederán de una manera más o menos rápida dependiendo de la genética de cada persona o su edad. Sin embargo, una de las consecuencias más graves que se pueden padecer si no se mantiene una limpieza bucodental correcta es la periodontitis avanzada.
Esta grave infección de las encías afecta a los tejidos blandos que cubren y protegen las raíces de los dientes. Daña directamente el hueso que sostiene las piezas, por lo que, si no se actúa a tiempo ni se pone el caso en manos de profesionales, lo más probable es que se llegue a perder la pieza dental de forma total.
Consejos para mantener una salud bucodental sana
En este caso hablamos de la mala higiene bucal como el origen de las enfermedades periodontales, pero no hay que olvidar otras causas por las cuales estas afecciones se terminan desarrollando.
Algunos de los factores que debemos evitar para ello son:
-Mala higiene bucodental, es la principal causa del desarrollo de la gingivitis y la periodontitis. No eliminar los restos de alimentos que se acumulan en la boca incrementa la aparición de bacterias, el origen de las enfermedades. Para ello es importante combinar el cepillado tradicional con otras herramientas dentales como el hilo dental o el irrigador y, a su vez, acudir a limpiezas periódicas en la consulta dental.
-Evitar el tabaco. Fumar es uno de los hábitos más dañinos, ya no solo para nuestra salud bucal, también para la salud en general. El tabaco aumenta tres veces más el riesgo de padecer periodontitis y, al ser vasoconstrictor, reduce el riego sanguíneo de las encías, provocándoles un aspecto más pálido que encubre la inflamación por lo que, también, retrasa el diagnóstico de la enfermedad.
-Evitar el estrés, una alimentación alta en azúcares o el alcohol. Los episodios de ansiedad y las situaciones de estrés alto aumentan los niveles de la hormona cortisona, pudiendo disminuir el sistema inmunitario, haciéndonos más propensos a sufrir estas inflamaciones. Por otro lado, llevar una alimentación alta en azucares y consumir alcohol de manera asidua también incrementan la posibilidad de padecer enfermedades periodontales.
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