Este es el tiempo exacto que debería durar tu siesta si quieres aprovechar al máximo sus beneficios

Dormir la siesta es una tradición más de las muchas que hay en España, pero además tiene múltiples beneficios para la salud. Eso sí, para aprovechar sus ventajas al máximo tiene que tener un tiempo determinado (ni más, ni menos). 
Siesta.
Un hombre haciendo siesta.
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Siesta.

La siesta es sana y un ciclo natural del cuerpo. Después de comer, el organismo experimenta una sensación de cansancio que hace necesario que, normalmente, algunas personas tengan que echar una pequeña siesta (otra cosa es aquello de tomarse un café u otra bebida excitante para poder seguir con el mismo ritmo de actividad).

Se sabe que dormir la siesta es fundamental para el desarrollo de los bebés. Sin embargo, incluso en España, con los años es un hábito que se vuelve menos habitual por culpa de los horarios laborales y hasta por los grandes desplazamientos a los que nos obliga la vida en las ciudades.

Hay que hacer siesta. "Es más malo no dormir que no comer", asegura el doctor Enrique Zamorano, de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). Pero esa siesta debe tener la medida adecuada.

Es más malo no dormir que no comer"

Hasta en Alemania, ahora que el calor se extiende por todo el hemisferio norte, se han dado cuenta de la conveniencia de la siesta. El presidente de la Federación de Médicas y Médicos del Servicio Público de Salud, Johannes Niessen, defiende que su país debería introducir costumbres habituales del sur de Europa durante los meses de verano para adaptarse a las altas temperaturas.

"Nos deberíamos fijar en los países del sur con respecto al calor en el ámbito del trabajo. Madrugar, trabajar productivamente durante la mañana y siesta al mediodía es un concepto que deberíamos introducir en los meses de verano", ha aconsejado Niessen.

¿Cuántos minutos de siesta?

La siesta más beneficiosa para la salud es aquella que dura un máximo de 30 minutos y que se realiza en el sofá, asegura el doctor Zamorano. En eso parece haber un consenso científico: la siesta buena no consiste en meterse en la cama y dormir y dormir. La expresión "echar una cabezadita" parece resumirlo bien. 

Hasta la NASA defiende los beneficios de la siesta, subrayando que el bienestar que ofrece es incomparable a cualquier otra solución médica. Eso sí, la institución precisa que para que sea modélica no debe exceder de los 26 minutos. De ese modo disminuyen los riesgos cardiovasculares, se liberan tensiones, aumenta la capacidad de concentración y se refuerza el estado de alerta.

La siesta disminuye los riesgos cardiovasculares, libera tensiones y aumenta la capacidad de concentración

También en EE UU, un estudio de la Junta de Seguridad en el Transporte vio hace unos años que la siesta hacía más eficaces a los controladores aéreos. Encontraron que un sueño de 26 minutos ayudaba a mejorar en un 34% el rendimiento de los trabajadores y reforzaba su estado de alerta un 54%.

En Japón, una investigación realizada en 2007 por Nasaka A y Oikonomou y publicada en Archives of Internal Medicine concluyó que la siesta es una de las mejores recetas para eludir los problemas cardíacos. Las personas que dormían siesta ocasionalmente redujeron ese riesgo en un 12% y hasta un 37% quienes lo hacían habitualmente.

La siesta ideal

  • Es un sueño corto recuperador.
  • No debe durar más de 30 minutos.
  • Más de media hora distorsiona sus efectos positivos.
  • Una siesta de 40 minutos o más altera el ciclo del sueño nocturno.
  • Se recomienda un sofá o una silla cómoda en lugar de la cama.
  • No se aconseja siesta a las personas con insomnio.

Para el corazón y para el cerebro

Los beneficios de la siesta van más allá de lo evidente. Hemos visto que reduce el riesgo de accidente cardiovascular, pero también mejora la capacidad de aprendizaje. El sueño después de comer puede ser la clave para tener un cerebro sano y más grande por más tiempo.

Es lo que asegura una investigación del University College de Londres (UCL) que se publica en la revista científica Sleep Health. El estudio ha demostrado que aquellas personas que duermen siesta tenían un cerebro 15 centímetros cúbicos más grandes, lo que equivale a retrasar su envejecimiento entre tres y seis años.

"Estamos sugiriendo que todo el mundo podría potencialmente experimentar algún beneficio de la siesta", asegura a la BBC la doctora Victoria Garfield. La experta describe los resultados como "bastante novedosos y emocionantes". Eso sí, los responsables de este estudio aclaran que la siesta debe durar menos de media hora.

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