Unos científicos alertan de un virus que ataca a los riñones de los gatos podría pasar a los seres humanos

Dos gatos subidos en lo alto de una biblioteca
Dos gatos subidos en lo alto de una biblioteca
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Dos gatos subidos en lo alto de una biblioteca

La pandemia del coronavirus ha ejemplificado a la perfección el riesgo que suponen las infecciones zoonóticas, aquellas que en un momento dado saltan entre diferentes especies, amplificado ahora por los efectos del calentamiento global y por la invasión del hábitat de especies salvajes.

Sin embargo, no es necesario viajar hasta selvas deforestadas o grandes explotaciones ganaderas para encontrar este tipo de amenazas. Algunas podrían hallarse mucho más cerca de nuestros hogares.

Un eslabón vírico

El morbilivirus felino (FeMV) es un virus descubierto recientemente y un tanto particular. De hecho, su clasificación como morbilivirus ha sido discutida, ya que carece de varios rasgos biológicos compartidos por todos los otros miembros de su género. Estas peculiaridades han motivado el esfuerzo de un equipo de la Universidad de Pittsburg (Estados Unidos) por describir sus características y patogenia, advirtiendo por el camino de que podría, en ciertas condiciones, transmitirse a los seres humanos.

Como explican en el medio académico Proceedings of the National Academy of Sciences, el FeMV provoca infecciones urinarias en los gatos (salvajes y domésticos), que a menudo se complican en enfermedad renal crónica. Esta es precisamente una de las cosas que lo hacen especial: aunque emplea el mismo mecanismo para infectar las células que otros morbilivirus (concretamente, unirse a un receptor proteínico de la superficie de las células llamado CD150), su modo de transmisión entre huésped y huésped (a través de la orina) lo acerca más a otros géneros víricos, como los henipavirus (al que pertenece el virus Nipah, que causa anualmente brotes letales en el sudeste asiático).

El hueco dejado por el sarampión

Aunque por ahora no se ha registrado ningún caso de enfermedad causada por el FeMV en humanos, sí que se conocen otras enfermedades en humanos que invaden la célula uniéndose al receptor CD150. El caso paradigmático, quizás, es el sarampión. Es este hecho el que hace sospechar a estos autores que el virus podría saltar a los humanos.

La buena noticia es que, precisamente por esta similitud, las personas vacunadas contra el sarampión estarían en principio protegidas frente al FeMV. La mala es que la eliminación del sarampión en determinadas zonas podría haber creado un nicho evolutivo para que virus como el FeMV salten a huéspedes humanos no vacunados.

Por otra parte, los mismos investigadores han encontrado que su transmisión se puede detener inhibiendo una clase de enzimas llamadas catepsinas (y que, curiosamente, emplean habitualmente los henipavirus pero no los morbilivirus, lo que sustenta el lugar del FeMV como punto intermedio evolutivo entre unos y otros).

Referencias

Sham Nambulli, Linda J. Rennick, Andrew S. Acciardo, W. Paul Duprex et al. FeMV is a cathepsin-dependent unique morbilivirus infecting the kidneys of domestic cats. PNAS (2022). DOI: https://doi.org/10.1073/pnas.2209405119

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