Este es el olor que provoca que los mosquitos piquen más a determinadas personas

Un mosquito tigre, vector de numerosas enfermedades.
Un mosquito tigre, vector de numerosas enfermedades.
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Un mosquito tigre, vector de numerosas enfermedades.

En todas las familias hay algún miembro por el que los mosquitos parecen sentir especial predilección. Popularmente, se decía que el motivo por el que con la llegada de las noches del estío algunos se levantan llenos de picaduras y otros prácticamente intactos es porque los primeros tienen 'la sangre dulce'.

Y, de hecho, parece ser que la realidad podría no estar demasiado alejada de esta teoría. Un estudio publicado en la revista científica Cell ha encontrado no sólo que los mosquitos se ven atraídos por determinados olores, sino que algunos virus transmitidos por estos insectos hematófagos cambian el modo en el que olemos, atrayéndolos para perpetuar el ciclo del patógeno.

Las enfermedades que atraen a los mosquitos

La idea de que las enfermedades transmitidas por vectores animales (zoonosis) te hacen más atractivo ante ese vector no es completamente nueva. Más bien al contrario, ya se había demostrado convincentemente que esto sucedía en el caso de la malaria. Una investigación de 2018 concluyó que las personas infectadas por el parásito que causa esta enfermedad tendían a recibir más picaduras de mosquito que las que no estaban infectadas.

Sin embargo, los mosquitos portan más enfermedades que la malaria. Por ejemplo, los flavivirus, como los que provocan el dengue o el zika, causan decenas de millones de infecciones anuales a través de las picaduras de mosquito. Y hasta ahora no se había podido mostrar que cambien nuestro atractivo para los mosquitos como sí sabíamos que hace la malaria.

Ahora los autores del trabajo citado, procedentes de China, han encontrado no sólo que estos virus cambian el olor de las personas, sino también cómo lo hacen exactamente.

Preferencias claras

Para demostrar esto, los científicos tomaron tres cajas conectadas y colocaron mosquitos en la del centro, ratones sanos en una de las restantes y ratones infectados con el zika en la otra. Ajustando diversos factores, como la temperatura corporal (proporcionando un fármaco que provoca fiebre, tal y como ocurre en la infección por zika), observaron que los mosquitos no se dirigían por igual hacia las dos cajas con ratones.

Más concretamente, hasta un 70% de los mosquitos se dirigía a la caja de los ratones con zika, y tan sólo un 30% hacia la de los ratones sanos, demostrando una clara preferencia.

Esto se ver apoyado por el hecho de que, cuando se colocaba un filtro de olor entre los ratones y los mosquitos, estos últimos dejaban de mostrar ninguna preferencia y se dirigían en igual proporción a las dos cajas adyacentes.

Acetofenona, sustancia clave

Los autores van todavía más allá, y para determinar qué sustancias químicas específicamente eran las que los mosquitos preferían, tomaron un espectrómetro de masa e identificaron las sustancias químicas emitidas por ambos grupos de roedores.

Después, expusieron a los mosquitos a cada una de estas sustancias, a fin de observar cuáles hacían que los mosquitos moviesen más las antenas (lo que es un signo de que un olor les resulta atrayente). Con este método vieron que su favorito, la acetofenona, estaba diez veces más presente en el olor de los mosquitos infectados que en el de los sanos.

Incluso, analizando las bacterias de la piel, encontraron el método por el que la infección por el virus del Zika hace que los ratones huelan de un modo más atractivo para los mosquitos (inhibe la formación en su cuerpo de una molécula antibacteriana, lo que provoca que proliferen otras bacterias que producen acetofenona.

Una vía para la prevención

El estudio está llevado a cabo, como señalamos, sobre ratones y, por tanto, no es extensible a humanos por ahora. No obstante, los autores llegaron incluso a reclutar una pequeña cohorte de pacientes de dengue, con el fin de confirmar algunos de estos hallazgos.

No sólo los mosquitos se vieron preferentemente atraídos por el olor de las personas con dengue, sino que además este último contenía significativamente más acetofenona.

Este mecanismo puede representar una vía eficaz para prevenir las picaduras de mosquito. Tal objetivo, en Occidente, podría sonar poco prioritario (al fin y al cabo, en la mayor parte de las zonas templadas del planeta, los mosquitos no suponen a día de hoy un gran problema), pero no debemos olvidar que el cambio climático está provocando la expansión del hábitat de estos animales (especialmente de especies tropicales que son vectores de enfermedades peligrosas) a zonas en las que previamente su presencia era mínima o nula. Por supuesto, además, siguen causando estragos en muchas naciones en vías de desarrollo.

La lucha contra los vectores de enfermedades infecciosas, que incluye el uso de repelentes, la fumigación, el control directo y el tratamiento adecuado el agua, es una herramienta fundamental en el abordaje epidemiológico de este tipo de infecciones.

Referencias

Hong Zhang, Yibin Zhu, Ziwen Liu, Yongmei Peng, Wenyu Peng, Liangqin Tong, Jinglin Wang, Qiyong Liu, Penghua Wang, Gong Cheng. A volatile from the skin microbiota of flavivirus-infected hosts promotes mosquito attractivenessCell, 2022, ISSN 0092-8674, https://doi.org/10.1016/j.cell.2022.05.016.

Robinson A et al. Plasmodium-associated changes in human odor attract mosquitoes. PNAS, 2018. Publicado online en https://www.pnas.org/doi/abs/10.1073/pnas.1721610115. Consultado el 04/07/2022.

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