Esta es la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años

Afecta a 800.000 personas en España y representa un 3,8% del gasto sanitario. El envejecimiento de la población y el incremento de factores de riesgo cardiovascular, entre otras cosas, incrementan el coste del sector médico. 

La insuficiencia cardíaca genera ingresos y reingresos de repetición en el hospital
La insuficiencia cardíaca genera ingresos y reingresos de repetición en el hospital
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La insuficiencia cardíaca genera ingresos y reingresos de repetición en el hospital

Los ingresos hospitalarios evitables por esta enfermedad son un problema para los sistemas públicos de salud, puesto que consumen recursos, generan morbilidades adicionales y una alta mortalidad. Los expertos tienen claro que es necesaria la coordinación entre Atención primaria y Especializada, así como el correcto tratamiento domiciliario.

Hablamos de la insuficiencia cardíaca (IC), cuya incidencia no deja de aumentar a pesar de las mejoras establecidas en las medidas de prevención. Según datos del estudio 'Costes y utilización de atención médica en pacientes con insuficiencia cardíaca en España', el coste medio por paciente supera los 15.000 euros durante un periodo de cinco años. De ellos, la mayor parte se derivan de los ingresos (y reingresos) hospitalarios.

Por lo que respecta a la duración media de las hospitalizaciones en mayores de 65 años que padecen IC, ronda los 5 días. No en vano, la insuficiencia cardíaca es la principal causa de ingreso en adultos, con una elevada tasa de reingreso, en la mayoría de los casos, por desconocimiento de los propios pacientes sobre el funcionamiento de su enfermedad.

Atención al paciente con insuficiencia cardíaca

Sucede que la evolución de esta enfermedad dibuja una espiral de empeoramiento de los síntomas, descompensación aguda y hospitalización. Numerosos estudios apuntan a la existencia de varias razones para que la insuficiencia cardiaca sea una dolencia que lleva a sus afectados una y otra vez al centro hospitalario.

La primera de ellas tiene que ver con un deficiente seguimiento de la enfermedad, que en la mayoría de los casos brilla por su ausencia hasta la aparición de síntomas agudos. En este sentido, son los propios pacientes quienes no tienen una educación correcta acerca de cuáles son esos síntomas que deben hacerles sospechar que están padeciendo una descompensación cardíaca.

Una paciente con su médico
Una paciente con su médico
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Es básico, para que el afectado sepa identificar las señales de alarma, que se le proporcione una atención multidisciplinar con una serie de revisiones periódicas que permitan al especialista ajustar el tratamiento si fuera necesario, y evitar así situaciones más extremas. 

El paciente debe ser correctamente aleccionado para poder prevenir por sí mismo el avance de la enfermedad (ingesta de líquidos, ejercicio moderado regular, alimentos sin sal, abandono del hábito tabáquico…), y saber cómo actuar cuando asoman los síntomas. Sólo de esta manera se conseguirá retrasar el progreso de la enfermedad y disminuir el número de ingresos en el hospital.

Síntomas de la insuficiencia cardíaca

La insuficiencia cardíaca es una dolencia crónica (cuya prevalencia va creciendo por el progresivo envejecimiento de la población), que va degenerando con el paso del tiempo. De hecho, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España y en Europa, por delante del cáncer y las enfermedades infecciosas. 

La IC afecta a la calidad de vida de los pacientes que la sufren, puesto que les impide llevar a cabo sus actividades más básicas. En los pacientes con IC se estima que casi el 50% tienen también diabetes. Se estima que en nuestro país, la IC afecta a 800.000 personas, y representa un 3,8% del gasto sanitario.

Entre los síntomas que pueden hacernos sospechar, destacan el cansancio exagerado a la hora de realizar cualquier pequeño esfuerzo; una respiración fatigosa por el estancamiento de líquidos en los pulmones; además de una tos seca y constante; y mareos ocasionados por la reducción de aporte sanguíneo en el cerebro. En ocasiones, todas estas alertas van acompañadas de falta de apetito.

El envejecimiento de la población, el incremento de factores de riesgo cardiovascular y la mejora de la atención de los pacientes agudos hacen prever que la incidencia de la insuficiencia cardíaca, y los costes derivados, sigan aumentando en los próximos años. 

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