En España, más del 4 por ciento de la población es usuaria de audífonos (estudio EuroTrack 2023 de la Asociación Nacional de Audioprotesistas ANA), aunque se trata de una cifra muy por debajo de los pacientes con pérdida auditiva que realmente los necesitarían. La prevalencia de la pérdida auditiva en España es del 10 por ciento.
En parte por la desinformación, y también por el estigma que lleva implícito, colocarse audífonos no es un acto tan natural o habitual en nuestro país, aunque va ganando posiciones cada año que pasa.
Dentro de este mercado tan necesario en muchos casos, los avances tecnológicos están consiguiendo que los usuarios tengan experiencias muy similares a los años anteriores a su pérdida auditiva. ¿Lo último? "Un audífono que permite escuchar conversaciones en entornos ruidosos, entendiendo lo que los usuarios quieren y necesitan escuchar".
Los oídos y su relación con el cerebro
Nuestros oídos capturan los sonidos de nuestro alrededor, pero el verdadero protagonista del procesamiento de estas señales sonoras es el cerebro, que trabaja constantemente para darle sentido al sonido.
Investigaciones recientes hechas en el marco de este enfoque han concluido que "el movimiento de la cabeza y el cuerpo ofrece información importante sobre qué es más importante oír en un momento dado por parte de los usuarios de audífonos. Estas conclusiones han impulsado el desarrollo de la nueva tecnología de sensores 4D integrada que desemboca en una mejor manera de garantizar que el cerebro tiene todos los detalles que necesita", explica Sergio Álvarez, jefe de formación de Oticon.
Cuando una persona está en movimiento, siente la necesidad de ser consciente de lo que sucede a su alrededor para entenderlo y poder desplazarse con seguridad. En una conversación, tiende a mantener la cabeza quieta para interactuar con un solo interlocutor y a moverla en caso de que esté hablando con diferentes personas.
Cuando esa persona tiene dificultades para escuchar lo que alguien está diciendo, tiende a inclinarla para oír mejor. Oticon Intent combina todas estas conductas para interpretar las intenciones del usuario de audífonos y adaptarse en consecuencia.
Y es que "el sonido es una fuente clave de estimulación para el cerebro. Si tienes pérdida auditiva puedes proteger el cerebro de forma efectiva frente al deterioro cognitivo con el uso de audífonos activos que te permiten conectar con los otros", explica el experto.
Lo último en audífonos 'entiende' lo que el usuario quiere escuchar
El trabajo de este nuevo artilugio parte de la realidad de que es el cerebro, y no el oído, el verdadero protagonista del proceso de audición. Con esta idea de base, la compañía Oticon ha desarrollado audífonos para que su funcionamiento apoye al cerebro en su procesamiento natural de los sonidos.
El modelo que ha revolucionado el mercado, Intent, "presenta como gran novedad la incorporación de una tecnología de sensores 4D, cuyo cometido es entender lo que los usuarios quieren y necesitan escuchar, aprovechando determinados movimientos del cuerpo y la cabeza como indicios para prever las intenciones del usuario, y adaptar en consecuencia el funcionamiento del audífono", añade Álvarez.
¿Qué consiguen los nuevos audífonos inteligentes?
La nueva tecnología que interpreta las intenciones del usuario y adapta la audición a ellas, "permite al usuario moverse entre multitudes con perfecta consciencia, orientándose en función de los sonidos circundantes".
Además, con ellos "es posible charlar con un grupo de personas, gracias a un acceso mejorado a voces y unos sonidos de fondo más equilibrados para minimizar molestias. También consiguen que el paciente pueda mantener una conversación más íntima con una sola persona, obteniendo acceso total a la voz del interlocutor en medio del ruido de alrededor. Y todo lo hace, incluso, en entornos altamente ruidosos".
Así está la salud auditiva en España
Un reciente estudio llevado a cabo por Oticon, 'Inteligencia auditiva: la importancia de la audición' pone de manifiesto que sólo un 25 por ciento de la población revisa su audición al menos una vez al año, siendo los hombres los que están más concienciados: el 30 por ciento de ellos sí ha acudido a revisarse al menos una vez al año, frente al 19 por ciento de ellas.
Por edades, cabe destacar que, a pesar de que son los que más lo necesitan, las personas mayores de 50 años (23,67 por ciento entre 50 y 65 años y 24,6 por ciento entre 65 y 85) se revisan menos la audición que las que tienen entre 35 y 49 años (28,5 por ciento).
Como explica Sergio Álvarez, "se ha comprobado que, a pesar de que el 60 por ciento de la población afirma no tener suficiente información sobre cómo cuidar la audición, el 72 por ciento ya toma alguna medida de prevención, siendo la más frecuente escuchar música o ver la televisión con el volumen recomendado.
A pesar de los avances, "aún queda mucho por hacer y siguen siendo necesarias las campañas de prevención e información sobre las causas que pueden dañar nuestra audición, las consecuencias que pueden derivarse de ello y las soluciones que existen. Todavía hoy existe mucha estigmatización tanto de la pérdida auditiva como de sus tratamientos (audífonos)".
Consejos para mantener los oídos 'a salvo'
Puesto que el principal enemigo de nuestra salud auditiva es el ruido, los consejos profesionales deben ir encaminados en la dirección de protegernos de la exposición prolongada a ruidos fuertes e intensos.
En primer lugar, el formador de Oticon recomienda mantener el volumen de los dispositivos en un rango bajo. "Hay que ajustar el volumen de los móviles, reproductores de música, auriculares, aplicaciones de videollamadas, etc. Se recomienda que no exceda de los 80 dB. Algunos dispositivos ya incluyen aplicaciones para gestionar de forma segura el volumen.
En este sentido es aconsejable ajustarse bien los auriculares e, incluso, que éstos incorporen la cancelación de ruido, ya que reducen el ruido de fondo permitiendo escuchar los sonidos a volúmenes más bajos.
El segundo consejo es no permanecer mucho tiempo en entornos ruidosos. Tan importante es controlar el volumen como el tiempo de exposición. Se pueden hacer descansos breves alejándose de las fuentes de sonido, ya que ayuda a las células ciliadas a recuperarse de la fatiga causada por la exposición y así reducir el riesgo de pérdida auditiva.
Para finalizar, cada ciudadano es responsable del ruido innecesario que ocasiona. Por eso se debe respetar el silencio de los demás. Es una labor de todos contribuir a reducir el ruido causante de la contaminación acústica: reducir la velocidad del tráfico, emplear electrodomésticos silenciosos, limitar el ruido en las horas de descanso, hablar sin gritar...
Señales de que algo no va bien: la pérdida auditiva
No escuchar bien la televisión, no entender las conversaciones grupales, o tener dificultades para atender una conferencia pueden ser indicios de pérdida auditiva, por lo que conviene acudir a un profesional especializado en audición para que pueda evaluar la capacidad auditiva y dar con la solución más adecuada para cada caso.
Es recomendable hacerse una revisión de la audición al menos una vez al año, sobre todo aquellas personas que se exponen a diario a ruidos fuertes por sus profesiones o que puedan ser más vulnerables a sufrir una pérdida auditiva.
Para hacernos una revisión auditiva tenemos que acudir a un profesional especializado en audiología, como puede ser el audioprotesista, que está especializado en identificar, diagnosticar, tratar y monitorizar los trastornos de audición. Él nos hará una prueba de audición completa que permitirá determinar el grado y el tipo de pérdida auditiva en caso de que exista.
"La audiometría no dura mucho tiempo y es indolora", aclara Álvarez. En menos de una hora el paciente tendrá los resultados de la prueba y un resumen de las opciones disponibles.
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