Esto es lo que debes hacer para evitar complicaciones tras una infección

Las infecciones respiratorias, gastrointestinales o urinarias son algo más o menos común en la población. Sin embargo, es de vital importancia estar atentos a su evolución para que no derive en una sepsis, una complicación mucho más grave que puede llegar a provocar la muerte.
Las infecciones respiratorias no tratadas pueden desembocar en una sepsis.
Las infecciones respiratorias no tratadas pueden desembocar en una sepsis.
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Las infecciones respiratorias no tratadas pueden desembocar en una sepsis.

¿Quién no ha tenido que hacer frente alguna vez a una infección? Las infecciones son procesos que suceden a la mayoría de la población, y que no distinguen de edad ni sexo. Hasta ahí, antibiótico mediante, el problema tiene solución bastante sencilla. Sin embargo, hay veces en las que una infección, sobre todo las respiratorias, gastrointestinales o de las vías urinarias, se deja pasar sin aplicarle el tratamiento correcto para eliminarla, y llega la temida sepsis, que provoca en España más de 18.000 fallecimientos al año.

Cuando esto sucede, y la infección va progresando y ganando terreno en nuestro organismo, la situación se torna grave y urgente. Cuando las defensas de nuestro organismo no son capaces de hacerle frente a esos microorganismos dañinos (pueden ser bacterias, virus e incluso hongos) es cuando la situación se vuelve complicada, puesto que la sepsis producirá un daño irreversible en múltiples órganos que dejan de funcionar. Como consecuencia de ello, y si no se actúan de urgencia, la vida del paciente puede verse comprometida. 

¿Cómo se desarrolla la sepsis tras una infección?

Como explica el doctor José Manuel Ramos, del Hospital Universitario Dr. Balmis de Alicante, en el manual 'Comunicar Salud' de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), "la sepsis es una reacción del organismo ante una infección provocada por microorganismos que se diseminan a través del torrente circulatorio, junto con sus toxinas y otras sustancias que produce nuestro cuerpo como pueden ser las interleucinas. La consecuencia inmediata es una reacción inflamatoria generalizada en todo el organismo". Se trata, pues, de un problema relevante de salud pública por su elevada incidencia y por la elevada mortalidad que lleva asociada.

Para asistir a un afectado por ictus debemos llamar rápidamente al servicio de emergencias
Cuando una infección pasa al torrente sanguíneo la solución pasa por las urgencias del hospital, y cuanto antes.
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Cada año, aproximadamente 31 millones de personas en el mundo sufren un episodio de sepsis, y seis millones fallecen a causa de ella. Cuando nuestro sistema inmunitario no funciona correctamente para defendernos de ese ataque indiscriminado de bacterias o virus, llega la sepsis, que 'sí o sí' es una urgencia médica, puesto que si no la diagnostican en fase temprana, puede desembocar en un shock séptico, insuficiencia orgánica múltiple y, en algunos casos, en la muerte del paciente.

Por lo que respecta a la vía de entrada, suele ser a través de una herida abierta, o bien que la infección se haya localizado primero en un órgano, y 'viaje' desde ahí al resto (no es extraño que comience en el pulmón).

¿A qué órganos afecta más esta infección generalizada?

Esta reacción grave tras una infección no frenada a tiempo suele afectar a órganos vitales como el cerebro, el hígado, los pulmones o los riñones. Esto significa que la sepsis no es una enfermedad en sí misma, sino una consecuencia del mal funcionamiento de nuestra respuesta inmune ante un agente externo, como puede ser una bacteria e, incluso, un hongo o un virus.

Medidor de glucosa en casos de diabetes.
Los pacientes con diabetes deben tener un cuidado especial con respecto a las infecciones.
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Lo más habitual es que las infecciones 'que se descontrolan' partan de las vías respiratorias, el sistema gastrointestinal o biliar, así como del aparato urinario. Todas ellas son las más frecuentes que pueden desembocar en sepsis. Aunque puede suceder de manera extraordinaria a cualquier persona, lo cierto es que hay grupos de población especialmente sensibles a la sepsis, como pueden ser los diabéticos, las personas inmunodeprimidas o con patologías crónicas, y los ancianos.

¿Cuáles son los síntomas de una sepsis y cuándo debo preocuparme?

El problema que surge con esta consecuencia grave de salud es que, inicialmente, los síntomas de la sepsis pueden pasar inadvertidos al confundirse con algo 'normal' durante el proceso de una infección común. En la septicemia, el agente causal puede detectarse a través de una muestra de sangre, analizada en el laboratorio de microbiología. Si se detecta algún germen, en el microscopio o a través de un cultivo, los especialistas podrán identificar al agente causal. Y este dato es importante para ir 'a la diana' en cuanto al tratamiento con antibióticos más concreto. Para valorar la extensión del daño, será necesario un TAC.

Una persona analizando bacterias en un microscopio.
Detectar la bacteria que ha provocado la infección es básico para acertar con el tratamiento correcto.
Tima Miroshnichenko de Pexels.

Los principales signos que deben alertarnos de que algo no va bien, y debemos realizar la correspondiente consulta médica urgente, son, según la SEMI, una temperatura por encima de los 38 °C, o por debajo de 36 °C, acompañadas una de ellas por el aumento del ritmo del corazón a más de 95 pulsaciones por minuto, por escalofríos, dolor de cabeza y/o pérdida de apetito.

Hipertensión, tensión arterial, tensiómetro
La tensión muy baja es un indicador (junto con otros factores) de posible sepsis.
kanito

Otro síntoma importante y preocupante es el aumento de la frecuencia respiratoria a más de 24 respiraciones. También la dificultad para respirar (disnea) debe tenerse muy en cuenta, así como una tensión arterial anormalmente baja (hipotensión arterial). Si estas circunstancias, además, van acompañadas de náuseas y vómitos, será otro motivo de alerta, de la misma manera que una disminución del volumen de la orina.

Un anciano cansado y estresado con la mano en la cabeza.
La somnolencia y un estado de confusión inexplicale son otros de los síntomas que pueden avisar de complicaciones tras una infección.
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Para finalizar, el doctor Ramos indica que debe preocuparnos la sensación de somnolencia injustificada, y un estado confuso con alteración de la conciencia, sobre todo en las personas mayores. Como medidas de precaución, si nos relacionamos con alguien que tiene una infección, debemos protegernos puesto que muchas de ellas se trasmiten por el aire o las gotas en la saliva. Si viajamos a países en los que hay determinadas infecciones de forma constante, no podemos olvidar ponernos las vacunas pertinentes antes de viajar a ellos.

Referencias

Pérez, P. Ramos, J.M & Maeste, A. Comunicar salud (2023) https://www.fesemi.org/sites/default/files/Comunicar_Salud.pdf

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