Imagina que llevas años sirviendo a tu país. Maniobras, misiones en el extranjero, guardias con frío y calor, navidades y otras festividades lejos de casa y bajos sueldos.

Imagina que mientras tú cumplías con tus obligaciones laborales, PP y PSOE tenían tiempo de colocarse a través de puertas giratorias pero no de aplicar la ley de Tropa y marinería en cuestiones clave para tu posterior reinserción laboral.

Pues así hay más de 50.000 soldados que ya están saliendo y saldrán en los próximos años al cumplir 45.

En un mercado laboral precarizado y con los niveles más altos de desempleo de larga duración de Europa, abandonan a nuestros militares, por 600 euros al mes y sin la formación, certificados, homologaciones que establecía la ley.

En Podemos nos encontramos este escenario cuando llegamos al Congreso. Planteamos paralizar las salidas hasta que encontráramos una solución. Los viejos partidos optaron por crear una subcomisión que abordara el problema mientras las salidas ya empezaban a darse.

No podíamos dejarles en la estacada, por lo que promovimos una moratoria que paralizara los despidos mientras no se hicieran efectivos los trabajos de la subcomisión. Logramos aprobarla con el apoyo de todos los partidos salvo el PP. Luego el PSOE ha hecho lo de siempre: a favor de la moratoria cuando estaba en la oposición, y ahora que está gobernando, oponerse.

El viejo bipartidismo puso la guinda la pasada semana, presentando una propuesta cocinada entre socialistas y populares para despachar el trabajo de más de año y medio de subcomisión. Ni rastro de autocrítica y una posible reforma. Por supuesto, nos opusimos a ese paripé.

Seguiremos exigiendo una carrera militar que no establezca militares de primera y de segunda. Nuestros militares no piden limosna, exigen derechos y dignidad. Por eso siempre nos tendrán de su lado. ¡Seguimos!